2. La audición
- 2.1. Principios generales
- 2.2. Actividades de audición recomendadas
- 2.3. Actividades recomendadas para los profesores.
2.1. Principios generales
La audición es el punto de partida para desarrollar la máxima atención y la imprescindible adhesión a la música y por lo tanto a la dinámica de clase, pues es el punto de partida del fenómeno musical.
Uno de los trabajos fundamentales en el aula es generar el ambiente adecuado para generar una escucha activa por parte de los niños, es decir, una escucha en la que el niño no reciba sólo mera información, sino en la que sea capaz de entender de forma global las ideas que se le transmiten, tanto a nivel en la conceptual como afectivo, recibiendo y procesando a todos los niveles las ideas musicales o no musicales que el profesor está transmitiendo.
¿Cómo generamos el interés del niño por lo que va a escuchar?
Aunque tengamos una regla fundamental en la comunicación humana por la que para escuchar tenemos que estar en silencio, si al niño no le interesa lo suficiente lo que va a escuchar es probable que, o bien no esté en silencio, o bien tenga su atención destinada a otra actividad o pensamiento.
Por lo tanto hemos de conseguir dos objetivos complementarios pero independientes; por una parte hemos de conseguir la atención del niño haciéndole partícipe del fenómeno de la audición, realizando una escucha interactiva en la que él repita e invente; y en segundo lugar hemos de generar un material musical suficientemente rico y atractivo para el niño, dentro de su universo y sus posibilidades musicales. Esta escucha activa hará que el sonido no sólo llegue de manera superficial al niño, sino que se integre en su ser musical, es decir, desde su pensamiento musical hasta su cuerpo, a través del ritmo y el movimiento.
Para ello en las diferentes actividades que planteemos en la audición hemos de procesar el sonido a través de su cuerpo, bien cantándolo o bien expresándolo con su propio cuerpo. De esta manera repetiremos el sonido en nuestra mente, para así conseguir generar y fijar la imagen sonora en nuestro cerebro. Con diferentes imágenes sonoras el niño podrá comenzar a desarrollar sus propia imaginación musical y sus propios esquemas melódicos.
Es de suma importancia que la “información” musical que se le da al niño, bien sean sonidos aislados, intervalos, melodías o pequeñas canciones, estén dentro de su universo musical y adaptadas a su nivel.
Si todo es muy sencillo, los niños se aburrirán rápidamente. Por el contrario, si es sumamente complejo, no podrán asimilarlo y por lo tanto perderán la atención y el interés.
2.2. Actividades de audición recomendadas
El tiempo dedicado al entrenamiento auditivo-vocal, a través de diferentes actividades que desarrollaremos a continuación, no debe ser inferior a un tercio del tiempo total de clase. En una sesión de 60 minutos lo ideal será hacer un trabajo melódico de entre 20 y 30 minutos, entre los que incluiremos:
- Audición,
- Conciencia del movimiento melódico pancromático,
- Calentamiento vocal,
- Reproducción e invención de melodías y canciones.
Independientemente del nivel con el que estemos trabajando en primaria, hemos de guiar a los niños a descubrir los elementos naturales con los que pueden realizar música, comenzando con los que ellos mismos poseen: en el ámbito melódico es la voz; en el ámbito rítmico es el paso y la respiración. Conseguiremos así desarrollar su musicalidad interior y para más tarde poder volcarla en elementos exteriores, tales como instrumentos musicales, o elementos digitales.
Es aconsejable utilizar instrumentos acústicos para realizar las diferentes actividades de audición, pues poseen una riqueza armónica natural mucho mayor que los instrumentos electrónicos, lo que les ayudará a descubrir el sonido en profundidad, con un sinfín de matices y colores.
Las campanas son objetos sonoros acústicos con una gran riqueza melódica, con muchos armónicos, diferentes timbre, alturas, registros y se pueden encontrar fácilmente. Son económicas y existen de diferentes tamaños y diseños. Pueden tener un registro variado y pueden ser tocadas por los niños.
Por supuesto se pueden usar otros tipos de objetos sonoros, los cuales tienen diferentes virtudes y defectos. Los instrumentos de percusión en general son tocables por los niños pero no tienen una gran riqueza armónica ni melódica, teniendo muchos de ellos sonidos indeterminados. Los instrumentos de viento son muy interesantes desde el punto melódico, pero el profesor no puede cantar simultáneamente y recordamos que nuestra voz ha de ser la primera referencia melódica.
Con las campanas, además de llamar poderosamente su atención, podemos realizar diversas actividades para desarrollar su capacidad de escucha y su sensibilidad hacia el sonido. Una de las más sencillas y efectivas en clase es el reconocimiento de una de las campanas entre varias diferentes con los ojos cerrados. En esta actividad el nivel de dificultad puede ir creciendo paulatinamente según el grupo, adivinando una campana de entre 3, 4, 5 etc, adivinar una campana entre varias muy similares, adivinar dos o tres campanas consecutivas, adivinar dos o tres campanas simultáneas, etc.
Este tipo de ejercicios de audición hacen que el niño se concentre en el sonido, descubriendo las pequeñas variaciones del mismo, y paulatinamente discerniendo variaciones de altura y timbre.
2.3. Actividades recomendadas para los profesores.
Las actividades descritas en estos apartados son recomendaciones. No son tareas obligatorias para superar el curso.
En este punto os animo a realizar una labor de recopilación y ordenación de material sonoro.
Para la realizar las actividades de discriminación auditiva es interesante que hagáis varios conjuntos de objetos sonoros, para cada uno de los niveles de dificultad de la audición, por ejemplo:
- 10 objetos sonoros diferentes, 5 con una altura determinada (podéis hacer flautas, kazoos, campanas de barro, etc. ) y 5 sin altura determinada (podéis hacer objetos rítmicos como maracas, tambores, sonajeros, etc)
- 8 objetos con el mismo timbre y diferentes altura sonora, como por ejemplo un xilófono casero.