1. Estrategias de buenas prácticas en la comunicación de resultados
Una vez tenemos los datos de los resultados en nuestro poder tenemos que trasmitir esa información a nuestro alumnado. La Competencia Digital no tiene ningún protocolo diferente al "analógico", básicamente hay que tener sentido común a la hora de darles acceso a esa información y tener el mismo cuidado que tenemos cuando damos esas notas en el aula, pero ahora el cuidado es digital. Aquí proponemos una serie de aspectos a tener en cuenta de cara a trasmitir esos resultados de la evaluación a vuestros alumnos/as:
- Lenguaje positivo y constructivo: tal y como ocurre en el lenguaje verbal, el lenguaje escrito y leído tiene la misma o incluso más influencia que el oral en el lector. Aquí no hay tono ni lenguaje no verbal a la hora de trasmitir una información, por eso quizá hay que tener más prudencia a la hora de utilizar determinadas expresiones que puedan distanciarnos de lector, que al final es nuestro alumno/a con el que tenemos cierto grado de familiaridad. Es conveniente hacer más énfasis en un lenguaje positivo y constructivo, quizá más exagerado que en la transmisión oral, para poder llegar a trasmitir tranquilidad o ánimos ante una mala nota, ya que será el estado anímico del alumno/a en ese preciso momento, el que determine la interpretación del tono y la intención de las palabras.
- Respeto a la privacidad: aquí reina el sentido común, tal y como ha ocurrido casi siempre. A nadie se le ocurriría predicar los resultados de los alumnos/as en voz alta en clase, publicar las notas en tablón para que todo el mundo las vea o hacerles una foto y subirla a Facebook para que lo consulten ahí. El como acceden a esa información debe ser privada y sin que nadie ajeno a esa información puedan acceder a ella. Es por eso que hay que prestar atención a cuando tenemos los resultados en alguna plataforma online, tener el cuidado de que no se nos proyecte en la pantalla de clase o cuando vienen a consultarla a nuestra pantalla, evitar que estén el resto de resultados visibles para que los compañeros más curiosos no vean que ha sacado el de arriba que el de abajo.
- No publicar en sitios compartidos: este punto viene a colación del anterior. En muchas plataformas como Classroom o Kahoot, puede existir un feedback público. Hay que tener presente como se comporta cada una de las funcionalidades de las plataformas para evitar vulnerar esa privacidad de nuestro alumnado sin querer.
- Revisión de datos llamativos: aunque automaticemos los resultados con funciones o con plantillas de plataformas, es conveniente crear avisos para cuando algo dato se desvía demasiado de la tendencia de nuestro alumno/a en concreto. El error humano siempre prevalece, o bien cuando introducimos los datos o cuando creamos una función. No hay que tener fe ciega en nuestra aplicación.
- Informar de aspectos a mejorar: tener monitorizados los resultados de nuestro alumnado hace que sea más fácil detectar esos "agujeros" de aprendizaje que están teniendo nuestros alumnos/as. Por eso conviene generar estadísticas tanto individuales como de grupo para poder reenfocar el proceso de enseñanza aprendizaje hacia donde más lo necesitan. Utilizar lo cuantitativo para mejorar lo cualitativo.