Alfabetización audiovisual: lenguaje visual básico
Introducción
En la década de los ochenta, entramos en la “sociedad de la comunicación”: La explosión de lo audiovisual, la telemática e informática, la globalización de la información, los intercambios de información más complejos y rápidos conducen a profundas transformaciones donde la comunicación y el poder comunicativo de la imagen se convierten en un factor fundamental. En la sociedad mediática en la que vivimos, la información asimilada más rápidamente es aquélla que se transmite por medio de un lenguaje visual o audiovisual. La imagen se ha convertido en un bastión de la sociedad contemporánea.
Hoy podemos hablar del lenguaje de las imágenes, de una semiótica de las imágenes, de sus mensajes, de su interpretación, de la imagen como información primordial y no secundaria.
- ¿Qué es educar la mirada?
- ¿Sabemos leer las imágenes?
- ¿Somos conscientes de la importancia creciente de éstas como instrumentos de comunicación?
- ¿El no saber interpretarlas puede considerarse analfabetismo visual?
- ¿Qué importancia tiene en el currículo el estudio de la imágene para lograr una mayor y mejor competencia comunicativa de los estudiantes?
Éstas y otras preguntas deberemos formulárnoslas, si queremos definir el verdadero papel que la imagen tiene en los procesos comunicativos de hoy
En un mundo cada vez más mediatizado por los medios de comunicación y nuevas tecnologías, es necesario saber descodificar adecuadamente toda la información que nos llega y luego conocer cómo utilizarla correctamente. Para ello, el objetivo fundamental de la competencia en educación audiovisual es que la ciudadanía, ya sean niños/as, adolescentes o personas adultas, sepa “leer y escribir” mensajes audiovisuales. Sólo de este modo todos los colectivos sociales podrán llegar a hacer un uso racional de los medios de comunicación audiovisual.
Como dice Len Masterman,“la Educación Audiovisual es uno de los pocos instrumentos que profesorado y alumnado tienen para empezar a desafiar la gran desigualdad de conocimiento y poder que existe entre los que fabrican la información por su propio interés y los que la consumen inocentemente como si fueran noticias o diversión” (1993).
Dimensiones de la educación audiovisual
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Impacto histórico-social. Percibir el impacto que producen los medios de comunicación en la sociedad actual, ya sea individual o colectivamente. Analizar cómo actúan sobre nuestras emociones, cómo condicionan y modifican nuestros hábitos, cómo establecen pautas de conducta, y qué valores transmiten.
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Agentes de producción. Descubrir quiénes son los productores de estos mensajes, cuáles son sus intereses, qué ideologías tienen, etc.
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Alfabetización en el lenguaje audiovisual. Revelar los recursos expresivos que utiliza el lenguaje audiovisual y aprender a descodificarlo.
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Categorías de los medios. Observar la variedad de documentos audiovisuales que existen y analizarlos para conocer sus características.
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Representación de los medios. Apreciar cómo los medios de comunicación realizan unas representaciones determinadas de la realidad. Hacen que la ciudadanía vea y conozca lo que ellos mismos seleccionan y presentan de un modo concreto.
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Alfabetización tecnológica. Conocer las tecnologías que hacen posible la comunicación audiovisual.
La construcción de una mirada crítica
La evolución progresiva de las formas de comunicación actual no está siendo asimilada por igual por toda la población. Los/as más jóvenes las han conocido desde que nacieron, pero la población adulta, en su gran mayoría, se encuentra a menudo desplazada, sobre todo en lo referente a las tecnologías de la comunicación.
No obstante, hay que ser conscientes de que tanto los modos de reproducción y transmisión de los mensajes como las formas de expresión cambian continuamente. Por tanto, todos los colectivos sociales necesitan una formación continuada para educarse en una mirada crítica ante la avalancha de los mass media actuales, aunque en los aspectos tecnológicos unos lo precisarán más que otros. Es imprescindible conocer el poder de los medios de comunicación como fuente de educación o deseducación.
Tal como apunta el Grupo Spectus en su libro Máscaras y espejismos (2004: 21), “los medios no son ninguna ventana abierta al mundo. Construyen ficciones y representaciones desde un punto de vista absolutamente interesado: el de los grandes emporios financieros. Se reciben sus mensajes en la intimidad, dentro del hogar y sin distancias. Pero no sólo llenan las conversaciones, la convivencia gira en torno al universo mediático y sus contenidos”.
Por otro lado, los autores también afirman que: “Detrás de cada mirada, hay un universo abierto de recuerdos, experiencias e intenciones. El estímulo acaricia la percepción, la condiciona, pero no la determina. Se completa lo percibido con lo conocido” (2004: 23). Terminan esta larga reflexión diciendo: “Considerando que la representación supone un gran simulacro al servicio del mercado, y que cada uno ve lo que ve, bien habrá que hacer una parada, una reflexión sobre el enfoque que requieren los medios, y su contraste con la realidad y nuestra experiencia sin mediaciones” (2004: 23).
De todo lo anterior se desprende, sin ninguna duda, que hace falta educar en la construcción de esta mirada crítica. Sólo así se podrá conseguir una sociedad con una buena competencia en el análisis crítico de los medios audiovisuales, en particular; o el sistema mediático, en general.
El análisis y la comprensión
La construcción de una mirada crítica apuntada en el punto anterior sólo es posible conseguirla si se realiza un análisis en profundidad de los productos mediáticos que se consume. A partir de esta labor es como se puede llegar a estructurar una comprensión de los porqués que rodean la producción y los contenidos de estos mensajes, teniendo en cuenta también cuál es el canal que utilizan para difundirse.
Cualquier mensaje de un medio de comunicación se puede llegar a analizar para descifrar todo lo que lleva consigo, ya sea explícita o implícitamente. Pero siempre se obtendrá un mayor resultado si se siguen unas pautas de análisis. Este patrón debe variar, lógicamente, según sea la categoría del mensaje a analizar. Así, se planteará de forma diferente la labor si se trata de analizar un anuncio, una noticia, un programa de entretenimiento.
Entre las muchas propuestas didácticas existentes, aquí destacamos las que propone el Grupo Spectus (2004) para analizar críticamente y generar una comprensión crítica:
- Cómo los medios lanzan y potencian el conocimiento de un determinado producto.
- El papel de los medios como transmisores de noticias.
- El componente emocional de los mensajes mediáticos y cómo los medios se sirven de él para atraer a un determinado público.
- La organización y dinámica empresarial que existen detrás de los diferentes grupos de comunicación que conocemos, y sus intereses en otras empresas vinculadas o no a los medios.
La comprensión de los mensajes mediáticos y todo lo que conllevan es necesaria para construir una ciudadanía activa y crítica en todos los ámbitos sociales, ya sean políticos, económicos, culturales o de cualquier otra índole. Después de un análisis en profundidad, en una democracia que se precie y evolucione es imposible tener una sociedad adormecida que se cree, a pies juntillas, todo lo que oye, lee o ve en los medios de comunicación.
Elementos básicos de la comunicación visual
Ana Virginia Rubio, profesora del Grado en Periodismo (http://goo.gl/weu2zO), analiza los elementos relativos a la representación de imágenes, la función plástica que ejercen dentro de la misma, entendida esta como las funciones que los distintos elementos ejercen entre sí dentro de la imagen, así como las relaciones entre los elementos y el conjunto global del cuadro. Dichos elementos son los morfológicos (punto, línea, plano, etc.), responsables de la estructura espacial de la imagen; dinámicos (tensión y ritmo), encargados de controlar el "tiempo" en la imagen y, por último, elementos escalares (formato, escala, etc.).
La imagen
Sus elementos básicos son: puntos, líneas, formas y colores. Con estos elementos las imágenes pueden representar cosas que existen y también cosas que nunca han existido.
Las principales características de las imágenes son las siguientes:
- Iconicidad o abstracción: según que las imágenes sean o no un reflejo de la realidad:
- Figurativas (tratan de representar fielmente la realidad; p.e. una fotografía)
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Esquemáticas o simbólicas (tienen alguna similitud con la realidad; p.e. un icono que indica donde están las escaleras de un almacén)
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Abstractas (su significado viene dado por convenciones: p.e. las palabras de un rótulo)
No obstante las imágenes nunca serán la realidad ya que diversos factores (encuadre, luz...) pueden modificarla. La máxima iconicidad la tienen los objetos, la máxima abstracción la encontramos en las ecuaciones y textos.
- Denotación y connotación. Las imágenes difícilmente serán monosémicas, generalmente serán más o menos polisémicas según su ambigüedad, capacidad de sugestión y posibles interpretaciones que susciten.
- Simplicidad o complejidad. Dependerá de su iconicidad, organización y relación entre los elementos, el contexto...Las imágenes complejas (que no siempre deben su complejidad al hecho de tener muchos elementos) requieren más tiempo y más atención para su análisis.
- Originalidad o redundancia: según que sus elementos sean nuevos o ya muy utilizados y conocidos (estereotipos). Una imagen demasiado original puede ser difícil de interpretar por el receptor.
Fundamentos de fotografía
La fotografía como medio de expresión artística en las instituciones educativas puede contribuir eficazmente a desarrollar la sensibilidad estética, avivar la imaginación creativa y estimular una apreciación reflexiva de los aspectos visuales que rodean al estudiante.
COMPOSICIÓN DE LA IMAGEN
Las nociones básicas sobre la composición de una imagen son algo que debe tener en cuenta quien se sitúa tras una cámara fotográfica. La comprensión de ciertos conceptos técnicos como volumen, ritmo y textura, entre otros, permitirán "ver" mejores fotografías y componer imágenes con conocimiento de causa. La práctica de estos conceptos contribuirá a que el estudiante desarrolle su capacidad para percibir e interpretar críticamente las imágenes del entorno, refinando la sensibilidad estética e incrementando la conciencia ambiental, como factores que contribuyen a la calidad de vida.
La organización
En la fotografía, la organización es el primer elemento del lenguaje plástico-visual con el que debe familiarizarse el estudiante. La cámara, contrario a la mirada humana de una escena, reproduce sin distingos todo que aparece en el encuadre. Debido a esto, los principiantes se sorprenden cuando aparecen cosas o personas inesperadas en sus fotografías: líneas que cortan un paisaje, o en primer plano un brazo sin cuerpo o un cable eléctrico. Frecuentemente sucede esto porque el fotógrafo no repara en estos elementos durante la toma, por estar concentrado en su punto de interés.
La mirada escrutadora del ojo es algo que el fotógrafo debe imponer a la imagen mediante el enfoque selectivo o cambiando el punto de toma para que los detalles sin interés desaparezcan, se emborronen (mediante la profundidad de campo), se oculten o queden supeditados a la composición general. Para lograrlo hay que aprender a mirar como cámara y no como persona que al mirar una escena se concentra en lo que le interesa, ignorando lo demás.
La fuerza de una imagen formal radica frecuentemente en la relación de los elementos que la componen con las líneas imaginarias que la dividen horizontal y verticalmente, en tres partes iguales. Aquéllas con primer plano, distancias medias y fondo claramente discernible resultan especialmente eficaces si estas áreas forman tercios. La intersección entre dos tercios horizontal y vertical constituye una buena localización para el centro de interés. Desde aquí la vista puede recorrer toda la imagen siguiendo líneas y curvas o recorriendo centros secundarios de atención.
Los ojos de la chica constituyen el centro de atención y también gracias a las líneas de la roca y el gorro de su madre (Foto: John Hedgecoe)
El centro de atención
Mediante la fotografía, el estudiante puede expresar sus emociones, ideas y sentimientos, observando de su entorno. Cuanto más complicado sea lo que estemos observando, más importante será determinar un punto de vista y un ángulo que clarifiquen la imagen e ilustren exactamente lo que se pretende. Cada vez que se hace una fotografía hay que preguntarse qué es lo que se quiere decir y analizar estas intenciones conscientemente en lugar de dejarlas a merced del azar o de la intuición. Por ejemplo, al inclinar la cámara hacia abajo y hacer la toma desde este punto desaparece cualquier fondo inconveniente o se elimina el primer plano. Ensaye un ángulo diferente. Sea creativo. Agáchese y vea al sujeto de una nueva forma, tómese su tiempo para encontrar el mejor ángulo.
Decida si hay elementos irrelevantes, distractores, excluibles o disimulables, desde otra posición. Probando varios puntos de toma es fácil darse cuenta de que se puede llegar al fondo de la esencia del sujeto. La reflexión crítica sobre lo que se ve es una parte vital del proceso de exploración.
Por otra parte, es fácil olvidar la importancia que tienen ciertos detalles a la hora de contextualizar y establecer una escala de tamaños en una fotografía, lo que exige concentrarse en el visor para no dejar fuera nada importante. Así, el tamaño del sujeto sólo será obvio si en la imagen se incluye algo de tamaño conocido con que compararlo, como una persona.
Fuente: John Hedgecoe, (2003, Enero 25), Bases de la fotografía; EDUTEKA, Edición 16, Descargado: de http://www.eduteka.org/ComposicionFotos.ph