Educación ayer y hoy
Introducción
Las épocas de transición fueron complicadas en todos los ciclos de la Humanidad. Podemos identificar diferentes periodos de cambios transcendentales a lo largo de la historia de la civilización:
1. Del hombre cazador-recolector al hombre agrícola.
El hombre cazador salía todos los días a cazar y recolectar alimentos para el sustento de su familia.
El agricultor hace surcos en la tierra y siembra semillas lo que le permite rendir 50 veces más que en el momento anterior. Es por ello que el número de cazadores-recolectores pasó a reducirse en un 90%.
2. Del agricultor a la época de las grandes fábricas, la era industrial.
Se construyen grandes establecimientos productivos, con gente que aprende a especializarse y a producir en cadena.
Esas fábricas tienen una productividad 50 veces mayor que la agricultura familiar, por lo que el número de agricultores pasa a reducirse en un 90%.
3. De la era industrial a la era del conocimiento.
Para muchos autores actualmente nos encontramos en esta transición, para otros ya ha terminado.
En cualquier caso es de resaltar en ella la importancia que cobra el aprovechamiento del Capital Humano para las organizaciones.
Era industrial
La Revolución Industrial se inició con el desarrollo económico en Inglaterra en el siglo XVIII, lo que provocó cambios profundos en la vida política, social y cultural. Sus características
fundamentales fueron el aumento el poder del capitalismo, el desarrollo del sector fabril, el progreso tecnológico y la aplicación de la energía a la industria.
El motivo por el que la Revolución Industrial se originó desde Inglaterra fue la Revolución Comercial, el sólido sistema monetario, la movilidad social y el fuerte abastecimiento de carbón.
La expansión de la Revolución Industrial se extendió a Bélgica, Europa Central, Rusia, América y Asia.
Las consecuencias de la Revolución Industrial fueron la formación de la gran industria, el neocolonialismo, la formación de la clase capitalista, el surgimiento del proletariado, la aparición de nuevas doctrinas sociales y el crecimiento de las clases y su poder.
EDUCACIÓN EN LA ERA DIGITAL
Siempre hemos construido el modelo educativo tomando como referencia las necesidades de la sociedad.
En la era industrial, las escuelas fueron diseñadas como motores económicos para abastecer de profesionales a una sociedad industrial, basada en la producción y el consumo masivo.
El sistema educativo asumió los valores típicos de la organización industrial: la jerarquía, la planificación, el control y la estandarización.
En esencia, se formaba a los jóvenes para que hiciesen lo que se les mandaba. Pasaban varios años memorizando el mayor cuerpo posible de conocimientos para explotarlo después, a lo largo de su etapa profesional.
Crítica a la escuela en el contexto de la sociedad industrial (fragmento de la película "La educación prohibida")
Era del conocimiento
La llamada Sociedad de la Información, es tan cambiante y amplia como las formas de nombrarla. Viene impulsada por el avance científico y los intereses globalizadores económicos y culturales existentes en la sociedad actual.
Entre sus principales rasgos vemos la amplia acción que ejerce en nuestras vidas a través de los medios de comunicación de masas, las redes de comunicación, TIC… Toda la información se vuelve cada vez más visual, más rápida, más accesible, con una difusión masiva en todos los estratos sociales y económicos, con nuevos canales de comunicación y cantidades ingentes de fuentes informativas. Lo que nos lleva a nuevos valores y pautas comportamiento social, nuevas simbologías, estructuras de transmisión del conocimiento y de organización de la información... configurando así nuevas y evolucionadas visiones del mundo en el que vivimos que cambian e influyen en nuestros comportamientos. Y que gracias a la escuela hemos de ir trabajando.
EDUCACIÓN EN LA ERA DEL CONOCIMIENTO
En la era del conocimiento encontramos continuos cambios que se producen a gran velocidad y que afectan de forma significativa a la sociedad, pero, paradójicamente la educación permanece inamovible, en la escuela nada parece haber cambiado:
Al igual que en la era industrial el profesor se sube al estrado, o se acerca a la pizarra, y pronuncia una lección de aproximadamente 50 minutos que sus alumnos deben escuchar en silencio. Toman notas, memorizan y, más adelante, cuando llega el momento del examen, regurgitan de forma más bien acrítica esos mismos conocimientos proporcionados por el profesor, que es la única autoridad y fuente de saber. (J. Cabrera)