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Conclusiones

Concluyendo recordaremos que es necesario:

  • Introducir en las programaciones los conocimientos sobre hábitos alimentarios usando las competencias básicas adecuadas a cada etapa.
  • Contemplar el comedor escolar como una actividad educativa importante y divertida.
  • Acompañar la educación en alimentación con acciones lúdicas que incluyan la realización de actividad física.
  • Buscar la implicación y participación de las familias, que se beneficiaran de los nuevos conocimientos.
  • Trabajar en la conciliación familiar.
  • Saber que los hábitos alimentarios que ayudemos a aprender a nuestros alumnos influirán en su salud, no sólo durante la infancia sino también en la edad adulta.
  • El trabajo de todos hará que los escolares consigan aprender hábitos alimentarios correctos y descubran nuevos sabores. Recordemos que “se necesita el trabajo de toda la tribu para educar a un niño”.