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Retroalimentación al alumnado

La retroalimentación o feedback entre docentes y estudiantes es fundamental para promover en ellos una actitud de “soy capaz de lograr esto”. 

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Fuente: Importancia de la retroalimentación

¿Qué es?

La retroalimentación consiste en una respuesta verbal, escrita o gestual por parte del docente en relación al desempeño o comportamiento de un estudiante. Su objetivo es potenciar al estudiante para que obtenga buenas calificaciones confiando en sus capacidades para resolver un problema. Si la retroalimentación es negativa, el estudiante se desalentará y puede atenuar su esfuerzo desinteresándose por la materia o abandonándola.

La escalera de la retroalimentación

Existen diferentes herramientas de retroalimentación que pueden utilizarse con los estudiantes.  Una herramienta muy sencilla y efectiva es la Escalera de la Retroalimentación. Cuando los docentes, estudiantes, y personas en general están ofreciendo y recibiendo retroalimentación, se recomienda que la conversación tenga en cuenta los siguientes pasos: clarificar, valorar, expresar inquietudes y hacer sugerencias. 

  • Clarificar: En este nivel el docente formula preguntas para aclarar ideas o algún aspecto que consideremos que el/la estudiante no ha comprendido en su totalidad o lo entendió de una forma distinta, aquí podemos iniciar con preguntas orientadoras cómo: ¿explícame cómo lo has hecho?, ¿Qué dificultades has encontrado?, ¿Qué has aprendido en este ejercicio?
  • Valorar: Una vez aclarado el resultado y el proceso para llegar a ese resultado se debe valorar de manera constructiva, apreciar lo que se realizó correctamente  y hacer énfasis en los puntos positivos creando primordialmente un clima de confianza y colaboración. 
  • Expresar inquietudes: En este momento debemos permitir al alumnado que reflexione sobre su propio proceso y orientarlo sobre otras posibles formas de realizarlo, en este punto podemos realizar preguntas orientadoras ¿de qué otra forma crees que podríamos llegar a ese resultado? ¿Cómo podrías explicar o enseñar a alguien más cómo hacerlo? ¿Crees que exista más de una solución o más de un camino para llegar a este resultado?
  • Hacer sugerencias: En esta etapa podemos hacer recomendaciones al estudiante, procurando realizarlas de manera descriptiva , específica y concreta sobre cómo mejorar, brindando al estudiante consejos y  ejemplos para que los utilice,  sugiriendo por ejemplo agregar más ejemplos o más información, alentarlo para indagar más sobre el tema y buscar otras opiniones o plantear una nueva tarea específica desde otro punto de vista y de acuerdo con lo conversado.

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¿Qué debemos considerar en esta retroalimentación?

Una vez consideradas las etapas del proceso de retroalimentación debemos establecer lo que estamos ofreciendo al estudiante, para ello Rebeca Anijovich nos describe la retroalimentación como un proceso formativo y dialógico en el cual la intención es ayudar a que el estudiante desarrolle la capacidad de aprender a aprender y sugiere 5 modos de retroalimentar:

  1. Ofrecer preguntas:  para desarrollar habilidades metacognitivas y despertar la conciencia del estudiante sobre cómo aprende.
  2. Detallar el trabajo del estudiante: Adoptar una forma descriptiva y devolver al estudiante en “espejo” lo que realizó
  3. Vincularse con el estudiante: Impactar de manera positiva en las emociones del estudiante a través de una buena comunicación. 
  4. Ofrecer sugerencias: Buscando reducir la brecha entre el estado inicial y los objetivos del aprendizaje.
  5. Ofrecer andamiaje: Se refiere a la ayuda y acompañamiento que se le ofrece al estudiante para transitar hacia el logro de los aprendizajes esperados.
¿Cómo proporcionar retroalimentación?

Existen diferentes formas de abordar el proceso de retroalimentación, te compartimos algunos elementos básicos para implementar el proceso:

  1. Ser afirmativo sobre lo que es correcto: La retroalimentación nunca se trata solo de lo negativo. Siempre debe incluir los aspectos positivos y tranquilizar a los estudiantes de que están en el camino correcto con su pensamiento. Esto significa evitar comentarios generales como "¡Buen trabajo!" incluso si es un buen trabajo, debe tomarse el tiempo para explicar lo que lo hizo así.
  2. Corregir y explicar: Esta es la forma más popular de retroalimentación porque funciona y los errores deben corregirse. Es inevitable que los estudiantes cometan errores, es parte del aprendizaje. Pero en lugar de marcar una gran "X", se debe explicar por qué obtuvieron una respuesta incorrecta y dirigir su proceso de pensamiento hacia el camino correcto.
  3. Ir a través del proceso: Las preguntas tienen un proceso de pensamiento detrás, y se debe alentar a los estudiantes para ver cómo se les ocurrió su respuesta. Esto le permite a los profesores ver hacia dónde va el pensamiento del estudiante. Si una respuesta es incorrecta, se deberán seguir los mismos pasos para ver si pueden determinar dónde salió mal.
  4. Auto-retroalimentación: Alentar a los estudiantes a echar un vistazo a sus propias tareas y a retroalimentarse, revisando lo que pueden mejorar para la próxima vez. Esto, por supuesto, se va generando con el tiempo, tal vez con estudiantes mayores que tienen más o han ganado experiencia y tienen el ojo para criticar su propio trabajo.

La retroalimentación es necesaria y puede ayudar a los estudiantes a desarrollarse. Mejora su proceso de aprendizaje y les da las habilidades para pensar críticamente en el futuro. Añadimos otros ejemplos. 

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