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3.2. Ecuaciones y operadores

La operativa más conocida en la búsqueda de información es la formulación de expresiones o ecuaciones de búsqueda. Como se ha explicado en el apartado anterior, en un proceso bien planteado ésta debería ser una fase más, y debería ir precedida de una adecuada planificación. En la actualidad, los usuarios suelen adoptar un enfoque de “escribir y esperar”: escriben en la interfaz de consulta una palabra o frase que consideran adecuada, y esperan los resultados. Suelen evaluar los 10 primeros, o lo que muestra la primera página de resultados, y en pocas ocasiones avanzan más allá. Tampoco suelen acudir al uso de operadores para mejorar los resultados, ya que normalmente cambian los términos o frase usada, con la esperanza de obtener mejores resultados. El proceso de interrogación suele organizarse alrededor de tres tareas principales:

  1. Formulación de la ecuación, ejecución y recepción de respuestas: En ella se introduce en la interfaz la expresión que reúne los términos elegidos, y los operadores que establecen las relaciones existentes entre aquellos. Los motores ofrecen siempre páginas de ayuda, en las que explican las posibilidades del lenguaje de interrogación que usan, y suelen incluir ejemplos. También ofrecen interfaces simples y avanzadas para formular las ecuaciones. La recomendación sería utilizar las interfaces avanzadas, ya que van a ofrecer más potencial y parámetros que ayudan a perfeccionar las ecuaciones y a obtener resultados ajustados.
  2. Visualización y preselección de respuestas pertinentes: Se trata de la exploración de las respuestas obtenidas y, en su caso, la consulta de los documentos originales. Los datos que ofrece el listado se utilizan para llevar a cabo una primera selección de aquellas respuestas que parecen relevantes, y para desechar aquellas que no sean adecuadas. Acudir a consultar el documento original exige establecer una conexión con el mismo, lo que lleva a un cambio de la interfaz de visualización y a la pérdida del listado de respuestas por efecto de la navegación. Para evitar esa pérdida de contexto, y evitar la sobrecarga cognitiva, es recomendable establecer la conexiones en ventanas o pestañas nuevas. Si el documento al que se ha accedido interesa, la recomendación es guarda el url de acceso en funcionalidades de marcadores o herramientas similares.
  3. Replanteamiento de estrategias: Si tras analizar las quince o veinte primeras respuestas no se han obtenido resultados satisfactorios, es necesario modificar la búsqueda. El cambio puede referirse a las ecuaciones utilizadas, o al motor o herramienta seleccionado, o a ambas cosas. Si el número de respuestas obtenido es muy elevado, y los primeros resultados son poco pertinentes, muy generales, debe formularse una nueva ecuación de búsqueda, con más condiciones y limitaciones.. En el caso contrario, con nulo o escaso número de resultados, puede suceder que a) si la ecuación no es restrictiva, entonces no hay documentos, o los documentos no contienen esos términos; b) que la ecuación sea demasiado restrictiva, con demasiadas condiciones. Para estos casos hay que experimentar con una ecuación con menos condiciones, y usar términos sinónimos o similares a los usados anteriormente.