1.3 Marca personal y presentaciones emocionantes.
La marca personal y las presentaciones emocionantes son dos conceptos interrelacionados que pueden potenciar la efectividad y el impacto de las interacciones profesionales. La marca personal se refiere a cómo uno mismo se presenta y la manera en la que se destaca como individuo, mientras que las presentaciones emocionantes buscan conectar emocionalmente con el público y transmitir un mensaje memorable. En conjunto, pueden ser una poderosa combinación para dejar una impresión duradera (aprendizaje de larga duración) y construir relaciones significativas (Torreblanca Díaz, 2023).
La marca personal es la imagen que se proyecta y cómo se es percibido por los demás. Implica identificar y comunicar las fortalezas, valores, habilidades y pasiones de manera coherente y auténtica. Al construir una marca personal propia, es importante considerar cómo se quiere ser percibido y qué se quiere lograr en las interacciones profesionales. Una marca personal sólida ayuda a destacar en un entorno competitivo y a marcar la diferencia con los demás (Ortega, 2008).
Por otro lado, las presentaciones emocionantes buscan capturar la atención del público y generar una respuesta emocional. Para lograrlo, es esencial utilizar estrategias efectivas de comunicación y conexión emocional. Algunas técnicas que pueden usarse incluyen el uso de historias personales, imágenes impactantes, metáforas y la incorporación de elementos visuales y auditivos. Estas presentaciones no solo transmiten información, sino que también buscan involucrar emocionalmente al público y producir una experiencia memorable (Torreblanca Díaz, 2023).
Cuando se combinan la marca personal y las presentaciones emocionantes, se crea un efecto poderoso. Una marca personal sólida proporciona un marco y una coherencia en las presentaciones emocionantes, asegurando que el mensaje esté alineado con la propia identidad y objetivos. Al mismo tiempo, las presentaciones emocionantes agregan un componente emocional y persuasivo a la marca personal, ayudando a captar la atención y ocasionando una conexión más profunda con el público (Montero Vera & El Kadi, 2017).
En la sociedad digital actual, las habilidades de comunicación y comprensión afectiva y efectiva son más importantes que nunca. A medida que las comunicaciones se llevan a cabo de manera más frecuente a través de dispositivos electrónicos y plataformas en línea, es crucial desarrollar estas habilidades para establecer conexiones significativas y fomentar una comunicación efectiva. A continuación, se detallan algunas estrategias para desarrollar correctamente estas habilidades en la sociedad digital (Ramos, 2020):
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Escucha activa: La escucha activa es fundamental para comprender y responder adecuadamente a los demás. En un entorno digital, esto implica prestar atención completa y mostrar interés genuino durante las conversaciones en línea. Evita distracciones, muestra empatía y responde de manera reflexiva para demostrar una comprensión efectiva.
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Claridad en la comunicación escrita: En la comunicación escrita en línea, es esencial ser claro y conciso para evitar malentendidos. Utilizar un lenguaje sencillo y directo, estructurar los mensajes de manera coherente y asegurarse de que las ideas sean comprensibles para los demás. Revisar y corregir los textos antes de enviarlos para evitar errores de interpretación.
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Uso efectivo de los medios digitales: La sociedad digital ofrece una amplia gama de herramientas de comunicación, como correo electrónico, mensajes de texto, redes sociales y videollamadas. Aprender a utilizar estos medios de manera efectiva, adaptando tu mensaje según el canal de comunicación. Utilizar el lenguaje corporal y las expresiones faciales adecuadas en las videollamadas para transmitir emociones y comprensión.
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Empatía en línea: La empatía es fundamental para comprender las emociones y perspectivas de los demás. En el entorno digital, es importante mostrar empatía a través de palabras y acciones. Reconocer las emociones de los demás, mostrar apoyo y evitar respuestas insensibles o hirientes. Practicar el ponerse en el lugar del otro y considerar cómo pueden sentirse antes de responder.
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Respeto y tolerancia: En la sociedad digital, nos encontramos con personas de diferentes culturas, opiniones y creencias. Es esencial desarrollar una actitud respetuosa y tolerante hacia los demás. Aceptar las diferencias y evitar juicios precipitados. Fomentar un ambiente inclusivo y seguro donde las personas se sientan cómodas expresando sus ideas y emociones.
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Retroalimentación constructiva: Proporcionar y recibir retroalimentación es fundamental para mejorar nuestras habilidades de comunicación y comprensión afectiva y efectiva. Ofrecer comentarios constructivos y específicos a los demás, destacando sus fortalezas y sugiriendo áreas de mejora de manera respetuosa. Aceptar y valorar las críticas constructivas que se reciben y buscar oportunidades para crecer y aprender de ellas.