4. ¿Cuáles son los problemas?
Cualquier persona crítica puede percibir que hay algo que no encaja: si las estrategias de comprensión lectora son eficaces y el currículo establece su enseñanza, su uso tendría que estar generalizado en las escuelas y no sería necesario formar al profesorado acerca de este recurso ya que sería algo propio de la cultura escolar.
Más aún: esta no es una propuesta novedosa; la mayor parte de las estrategias de comprensión lectora que se plantean en la actualidad ya se estaban utilizando en programas escolares de mejora de la comprensión en las últimas décadas del siglo XX. Por tanto, resulta sospechoso que estemos hablando de implantar la enseñanza de estrategias de comprensión. ¿Por qué razón no se están utilizando?
Probablemente no hay un único motivo por el que las estrategias de comprensión estén aún poco implantadas. Algunas causas posibles de esto podrían ser:
Problemas conceptuales
No está claro qué es una estrategia de comprensión ni cuáles o qué tipos de estrategias existen, más allá de la socorrida clasificación de estrategias que se aplican antes, durante y después de la lectura del texto. Esta indefinición hace que se cree confusión entre actividades, procedimientos, métodos y estrategias>
Carencia de materiales
Durante mucho tiempo, las estrategias de comprensión han tenido poca presencia en los textos escolares, tanto comerciales como de elaboración propia. De forma paralela, se han editado algunos materiales escolares específicos para trabajar la comprensión lectora. Algunos de estos plantean el uso de estrategias de comprensión, aunque, a veces, se fomenta su uso, pero no se hace una enseñanza inicial de cómo utilizar la estrategia.
Escasas referencias sobre cómo temporalizar la enseñanza de estrategias
Los currículos escolares, incluyendo el actual suelen plantear el uso de estrategias (todas o cualquiera) en todos los niveles escolares.
Reticencias para su aprendizaje
La lectura estratégica requiere un esfuerzo mayor que la lectura superficial. Incluso puede suceder que cuando el alumnado se está iniciando en el uso de una estrategia experimente que se esfuerza más, que tarda más en realizar las actividades y que su rendimiento es peor que cuando no utilizaba la estrategia. Incluso en entornos en los que se realiza enseñanza sistemática de estrategias de comprensión lectora suele suceder que el alumnado conozca las estrategias pero no las utilice.