Evaluación diferenciada
Construimos una programación en red, con diferentes saberes que vamos a trabajar. Dentro de esa red, diseñamos varios itinerarios que van a permitir abordar esa red desde diferentes aproximaciones. Es momento de establecer algunas pautas para evaluar este proceso.
La literatura específica sobre aulas rurales multigrado reconoce que, en estas clases, es posible ofrecer una evaluación diferenciada. Sin embargo, debemos reconocer que la evaluación es uno de los aspectos más complejos dentro de la didáctica multigrado. Para empezar te lanzamos dos preguntas:
Si algunos contenidos van a ser comunes, ¿debemos aplicar los mismos criterios para valorar la evolución del aprendizaje a todos los miembros de la clase?
¿Cómo evaluamos los aprendizajes realizados por el alumnado si no le corresponden por curso de matriculación?
Tenemos respuesta para ellas, pero no son definitivas, ya que la evaluación, tal y como está planteada por la normativa, no siempre facilita el trabajo en este tipo de aulas. Veremos tres grandes cuestiones relativas a cómo evaluar en este tipo de aulas. Creemos que esta información puede ayudarte a construir tus propias respuestas a dichas preguntas.
Evaluación como referente para la creación y desarrollo de los itinerarios de aprendizaje
Importancia de la evaluación diagnóstica
Todo proceso educativo debe comenzar con el planteamiento de una evaluación diagnóstica (Medina Rivilla, 2015), determinando los conocimientos previos y el perfil de aprendizaje de cada estudiante (González del Yerro, 2020). Por lo tanto:
No deberíamos asignar el itinerario a un estudiante empleando como criterio único el curso/ciclo en el que se encuentra.
Recuerda, la educación inclusiva nos lleva mucho tiempo alertando de que el nivel de exigencia lo determina la capacidad del estudiante. La propuesta ideal pasaría por decirte que te olvides del curso y que construyas los itinerarios según dichas capacidades. No obstante, aunque en muchas ocasiones nos pese, debemos tener en cuenta también la normativa educativa vigente. Por lo tanto:
Al diseñar los itinerarios y asignar al alumnado a uno de ellos, tenemos que “jugar” con ambas cuestiones: capacidad+ley.
¿Puede un estudiante de 2º de Educación Primaria compartir itinerario con uno de 4º? Nosotros creemos que sí, porque el curso no determina la capacidad. ¿Tendremos que tener en cuenta que hay unos criterios de evaluación que debemos respetar para el curso en el que se encuentra? También…
Importancia de la evaluación formativa
Smit y Humpert (2012) afirman que la evaluación formativa es una de las tres tareas fundamentales que todo docente de ARM ha de acometer, en pos de ofrecer una educación de calidad a cada estudiante. La imagen siguiente demuestra que, gracias a ella, podemos rediseñar los objetivos y las tareas que nos pertmitirán alcanzarlos.Además, nos proporciona una información valiosa que podremos trasladar al alumnado mientras realizamos el acompañamiento en su proceso de aprendizaje.
Dif. = Diferenciada/os/as. Fuente: traducción de Smit y Humpert (2012).
Lo que queremos decir con esto es que: ni el diseño de un itinerario ni la atribución a los estudiantes no son aspectos férreos e inamovibles. La evaluación diagnóstica nos permite determinar el punto de partida, pero si, posteriormente, comprobamos que lo que habíamos diseñado no se adapta a sus capacidades, podemos modificar el itinerario o cambiar al estudiante de grupo.
¿En qué porcentaje de ocasiones unos resultados negativos se deben a un fallo de diseño por nuestra parte?
Diferenciación en la evaluación sumativa
Criterio de evaluación 1 |
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Indicadores |
Itinerario 1 |
Itinerario 2 |
Itinerario 3 |
1.1 |
X |
X |
X |
1.2 |
X |
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1.3 |
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X |
X |
1.4 |
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X |