29. Leer el mapa
Como has podido ver hasta ahora, leer un mapa es como leer un libro: hay que prestar atención y comprender bien su simbología para asegurarnos una buena interpretación del terreno real que representa el mapa.
Sin embargo, no todo la realidad puede verse volcada en un papel, por lo que también hay que tener en cuenta que a esa versión simplificada del mundo le puede estar faltando información relevante. O lo que es lo mismo, debemos tomar el mapa como una herramienta que nos permita interpretar el mundo, la montaña, pero no como una verdad absoluta: lo que es real es el mundo, no el mapa.
Y mal que nos pese, ¡los mapas a veces se equivocan! O el mundo es más dinámico que un mapa, y donde hace tres años había un puente la riada de la pasada primavera resulta que se lo ha llevado...y así con mucha información...