Pensamiento computacional en el aula
En el aula es común que encontremos problemas de este tipo:
“Un trastero tiene una forma cuadrada de 5 metros de lado y 2m de alto . ¿Cuál es el área del suelo del trastero?"
Las tres fases para resolver estos problemas son:
- Correspondencia
- Identificación de reglas
- Aplicación de reglas
En la primera fase necesitamos encontrar los datos necesarios para la resolución del problema. Para ello es muy importante que sepamos qué nos pide el problema. Los datos relevantes no son los mismos si nos preguntan el área del suelo o cuánto aire cabe dentro trastero. Para completar la primera fase necesitamos saber que hablamos de un cuadrado de 5m de lado y que nuestra incógnita es el área.
A continuación tenemos que identificar la regla que relaciona los datos conocidos con los desconocidos. En nuestro caso el lado de un cuadrado con su área. La regla sería área = lado x lado.
Por último aplicamos la regla, sustituimos los datos conocidos y hallamos lo desconocido: 5 x 5= 25 m.
Este tipo de problemas son los que nos encontramos más habitualmente en el aula, tienen como resultado un número y además comparten otras características como:
- Son deterministas en su solución: La solución es única
- Son deterministas en el proceso de solución: Hay un proceso conocido hasta llegar a la solución
Nuestro alumnado frecuentemente está adiestrado para resolver este tipo de problemas, de hecho, si doy en el enunciado más datos de los necesarios para resolver un problema les generaré dudas. Incluso puede pasar que apliquen reglas que no corresponden al problema con tal de usar todos lo datos. A pesar de que estos planteamientos son los más comunes en el entorno escolar no lo son en nuestro día a día.
Los problemas de la vida real, en general, no son deterministas ni en la solución ( hay varias posibles) ni en el proceso de llegar a ellas.
Veamos dos problemas que podrían pasar en un cole:
Problema 1: “Cuando llueve, los pasillos del cole se mojan y el suelo resbala”
Las soluciones para este problema pueden ser:
- Construir una zona cubierta a la entrada del cole y en la transición entre las aulas y el patio
- Colocar felpudos
- Usar otras zapatillas dentro del cole
- …
Estos son tres enfoques posibles y cada uno requeriría su nivel de desarrollo:
- ¿Qué dimensiones tiene que tener la zona cubierta?
- ¿Cuántos y de qué dimensiones tienen que ser los felpudos para ser efectivos? ¿Dónde tendrían que ir colocados?
- ¿Dónde realizar el cambio de zapatos? ¿ Qué estructuras o armarios habría que usar, pensando en tener espacio para el calzado de todo el alumnado?
- ¿Cuál es el costo aproximado para cada una de las soluciones propuestas?
- ¿Qué otros beneficios, además de evitar los resbalones, tiene cada solución?
- ¿Cuáles son los inconvenientes?
Problema 2: “Muchas veces no se oye bien en clase”
- Incluir material de aislamiento acústico en paredes y techos
- Reducir el número de alumnado por clase
- Crear espacios “ruidosos” y “ silenciosos” dentro de la escuela
- Mejorar los sistema de audio del centro
- Poner protectores a las patas de sillas y mesas
- …
Al igual que en el caso anterior y cada enfoque requeriría su nivel de desarrollo e investigación:
- ¿Qué material de aislamiento usar? ¿Cuánto? ¿Qué hacer con las cristaleras?
- ¿Qué salas tiene el centro? ¿Todas están siempre en uso?
- ¿Hay recursos humanos suficientes? ¿Cómo podrían optimizarse?
- ¿Qué equipos de audio existen en las aulas? ¿Funcionan con la calidad adecuada? ¿Podrían mejorarse?
- ¿Cuántas mesas y sillas hay en el cole? ¿Qué tipo de protectores necesitan? ¿Habría que renovar mobiliario?
- ¿Cómo afectan otros factores, como por ejemplo la ventilación del aula cuando hace calor, a la acústica?
- ¿Cuál es el costo aproximado para cada una de las soluciones propuestas?
- ¿Qué otros beneficios, además de reducir el ruido tiene cada solución?
- ¿Cuáles son los inconvenientes?...
En ambos casos hay muchas respuestas y la mayoría no son conocidas a priori.
Son este tipo de problemas los que requerirán para su resolución más habilidades relacionadas con el pensamiento computacional. Su resolución, además, requiere de un nuevo lenguaje. La respuesta no va a ser un número. La respuesta tiene mucho que ver con el mismo proceso y su expresión nos debe permitir crear, simular, explorar, comprobar y experimentar.
En resumen, cuando hablamos de pensamiento computacional en el aula recuerda:
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No tiene por qué tener nada de tecnológico. A lo largo del módulo hemos visto diversas actividades, adecuadas para diversas edades, que no necesitan de este tipo de soportes.
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Trabaja en grupo: Una de las riquezas de las actividades de pensamiento computacional es la discusión, la confrontación de ideas, ponerse de acuerdo…. Y, además, también es una parte divertida
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El resultado es importante, pero no más que el proceso
Para que las habilidades asociadas al pensamiento computacional se desarrollen debemos generar situaciones adecuadas de aprendizaje. Como todo en la vida, requieren de entrenamiento y práctica. Se adquieren de forma progresiva hasta alcanzar un grado en el que se convierten en operativas. Del entrenamiento de estas destrezas nos encargaremos en el módulo 2.
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