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Movimiento en el aula: aprendizaje cooperativo

El primer movimiento tiene lugar dentro del propio aula y representa el aprendizaje que se genera por la interacción de los propios estudiantes entre sí.

Imagen: One Laptop per Child con licencia CC by 2.0

Hay tres estructuras de interacción posibles en el aula: la estructura individualista, la estructura competitiva y la estructura cooperativa.

En la estructura individualista el resultado de cada estudiante no está relacionado, ni para bien ni para mal, con el trabajo y los resultados del resto del grupo. Aunque ésta es la estructura más frecuente tradicionalmente en nuestro sistema educativo (vinculada con la "enseñanza directa" que comentamos en el módulo anterior), esta gestión del aula y del trabajo no permite que los estudiantes se beneficien de la interacción entre ellos ni tampoco acometer actividades de cierta complejidad y que requieran trabajo en equipo.

En la estructura competitiva el resultado de cada estudiante está en relación con el resultado del resto del grupo puesto que en esta modalidad cada estudiante lucha por superar a todos los demás. Esta modalidad no sólo desaprovecha al grupo como fuente de aprendizaje sino que introduce en el aula dinámicas que perjudican a la mayoría de los estudiantes emocional y académicamente.

De estas tres estructuras la más eficaz y provechosa es la estructura cooperativa y por eso en este primer movimiento utilizaremos el aprendizaje cooperativo como estrategia de trabajo para nuestros proyectos.

Definición de aprendizaje cooperativo

Una estructura cooperativa en el aula es aquella organización de la situación de aprendizaje que genera interacción e interdependencia entre el alumnado dentro de grupos de trabajo que persiguen un mismo objetivo.

Imagen: Woodleywonderworks con licencia CC by 2.0

Desde los años setenta hasta la fecha no sólo hay múltiples experiencias de aprendizaje cooperativo en todo tipo de contextos sino que existe una amplia evidencia científica acerca de su efectividad: el aprendizaje cooperativo promueve tanto el aprendizaje como el desarrollo de las competencias básicas del alumnado. En este sentido, por ejemplo, es una herramienta fundamental para aspectos como la competencia social y ciudadana, aprender a aprender o la competencia en comunicación lingüística y resulta muy útil para dar realismo y sentido al resto de las competencias.

Reflexión

¿Has participado en alguna experiencia de Aprendizaje Cooperativo?¿Conoces alguna experiencia de Aprendizaje Cooperativo?¿Fue exitosa?¿Por qué?

Solución


Puedes conocer la experiencia de todo un centro trabajando en torno al Aprendizaje Cooperativo en el libro de Fernando Trujillo y Miguel Ángel Ariza, Experiencias Educativas en Aprendizaje Cooperativo (2006, Granada, Grupo Editorial Universitario).

Si quieres usar el aprendizaje cooperativo en tu clase, tus estudiantes deben aprender a aprender cooperativamente. Comienza gradualmente, persevera y no te rindas ante los primeros problemas: el resultado final será exitoso si sigues algunos sencillos consejos que veremos más adelante.

En todo caso, si te interesa conocer los errores más frecuentes en el uso del aprendizaje cooperativo, puedes echarle un vistazo a este texto: Fifteen common mistakes in using cooperative learning - and what to do about them.

Principios fundamentales

David W. Johnson y Roger T. Johnson son, además de los responsables de co-operation.org, dos de los expertos internacionales más importantes en el ámbito del aprendizaje cooperativo.

David y Roger Johnson (Imagen: University of Minnesota)

A raíz de sus investigaciones y prácticas han desarrollado cinco principios para un aprendizaje cooperativo de calidad:

  1. Interdependencia positiva: se resume en el lema "nadar o hundirnos juntos" e implica hacer comprender a los estudiantes que uno no tiene éxito a menos que todo el mundo tenga éxito en el aprendizaje y la realización de la tarea.
  2. Interacción cara a cara: la interacción dentro del grupo busca ofrecer un sistema de apoyo académico y personal que garantice la interdependencia y la disponibilidad de recursos y de ayuda para todos.
  3. Responsabilidad individual y grupal: cada miembro del grupo debe responder ante los demás y ante el docente en relación con su esfuerzo individual y su aportación a la tarea desempeñada: el objetivo es educar individuos autónomos que sepan vivir en sociedad y trabajar en equipos.
  4. Desarrollo de destrezas interpersonales y grupales: el aprendizaje cooperativo plantea a los estudiantes un doble reto, la realización de sus tareas académicas y el propio trabajo en equipo, para el cual también han de ser preparados. Desde la toma de decisiones hasta la resolución de conflictos, el trabajo en equipo es un aprendizaje complejo pero absolutamente valioso para la escuela y para la vida.
  5. Evaluación grupal: el grupo (junto al docente) debe valorar cómo se está realizando el trabajo, si se están alcanzando las metas y si el grupo mantiene una relación de trabajo efectiva. Esta valoración, además, debe conllevar decisiones y cambios para que el funcionamiento del grupo mejore.

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