Parásitos, plagas y enfermedades
Es prácticamente imposible hacer un curso de huertos sin hablar de plagas y enfermedades. También lo es pretender suplir varios años de estudios universitarios y años de experiencia para condensar tanta información en un pequeño apartado de un módulo del mismo.
Para hacerlo más dinámico y práctico, os proponemos abordar el tema con una serie de enlaces donde poder consultar algunos de los parásitos y enfermedades más frecuentes que aparecerán en nuestras huertas escolares al poco tiempo de arrancar con ellas.
Una vez aparezcan, lo primero es identificar el agente causante, para luego indagar sobre las causas que han hecho posible su presencia y acción para tratarlo o al menos, evitar que esquilmen nuestros cultivos. Siempre es mejor prevenir que curar, por ello, la observación diaria es fundamental.
Recalcar la importancia que cada una de estas especies tiene en el ecosistema de la huerta, y de que cada una tiene su papel en la misma, siendo la base de alimentación de otras especies que “nos caen mejor”. Sin unas, las otras no podrían existir. La idea no es arrasar y acabar con ciertas especies, sino mantener sus poblaciones en unos límites que no supongan el fin de nuestra huerta. A mayor biodiversidad, mayor estabilidad.
A continuación, trataremos de manera muy básica los principales agentes causantes de plagas y enfermedades, dando al final del apartado algunas web de interés para su correcta identificación y tratamiento.
A) Enfermedades producidas por déficit o exceso de elementos físico-químicos.
Se trata de enfermedades que debilitan a la planta pudiendo ser causa directa de la muerte de la misma o del debilitamiento y posterior ataque de parásitos y plagas. Incluímos entre ellas el exceso o falta de riego; la ausencia o exceso de micro o macro nutrientes; las heladas; el exceso de insolación; el exceso o defecto de drenaje en suelos; etc.
Muchas veces, las prácticas inadecuadas en el manejo de los cultivos son las causantes de un porcentaje muy elevado de los problemas de la huerta. El tipo, método y frecuencia de riego; el abonado del suelo y la elección de especies, ubicación y temporalización inadecuados, son los principales causantes de la aparición de estos tipos de enfermedades.
B) Enfermedades causadas por microorganismos: Bacterias, hongos, protozoos.
A consecuencia del debilitamiento de las plantas por las causas mencionadas anteriormente, algunos microorganismos aprovechan la ocasión para atacarlas. Muchas veces estos agentes biológicos forman parte del suelo, pero no suponen un problema si la planta está sana.
C) Identificación de fauna potencialmente dañina para el huerto.
Dentro de las principales especies de animales que pueden convertirse en plaga en nuestro hortal, podríamos diferenciar dos grandes grupos:
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Invertebrados
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Nematodos.
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Moluscos: Caracoles, caracolas y babosas. Especialmente dañinos en plantas pequeñas y brotes tiernos. Para combatirlos, el método más efectivo es el fosfato férrico. Además de no dañar a ningún otro grupo de animales de la red trófica, es un fertilizante. Este producto está permitido en agricultura ecológica.
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Artrópodos:
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Arácnidos: araña roja
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Insectos:
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Isópodos: cochinilla
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Lepidópteros: carpocapsa, orugas rosquilla
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Áfidos: pulgones
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Dípteros: mosca blanca, mosca fruta, mosca minadora hoja
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Himenópteros: hormigas
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Hemípteros: chinche verde,
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Dermápteros: tijeretas
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Coleópteros: gusano del alambre, escarabajos sanjuaneros, gorgojos, escarabajo de la patata…
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Vertebrados: aves y mamíferos. No suele hablarse de plaga cuando los individuos son de cierto tamaño, pero sí que pueden producir grandes daños en la huerta si acuden a ella.
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Gatos: A veces, cuando la tierra está al descubierto, no pueden reprimir la tentación de defecar y orinar en ella, moviendo la tierra y desenterrando semillas y plántulas. Más peligroso es la transmisión de enfermedades como la toxoplasmosis. Para evitarlos, se puede acolchar el bancal. Son buenos ahuyentadores de aves y para mantener las poblaciones de roedores. También puede optarse por el uso de plantas repelentes en aquellas zonas donde no queramos que retocen, como la ruda.
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Aves devoradoras de brotes y frutos. Un remedio eficaz y curioso es la colocación de serpientes de goma para disuadir a las aves del consumo de plántulas. Hemos de cambiarlas de lugar y postura cada cierto tiempo, ya que como se dice: los pájaros no son tontos”. En ocasiones es preferible evitar siembra directa, por el consumo de semillas directo, tras es escarbe. Si se hace, es aconsejable echar en la superficie una fina capa de paja u otro material, para dificultar la visión de los germinados (además de aportar un grado de humedad extra a esas semillas).
Recordad que dentro de cada uno de estos grandes grupos taxonómicos también hay muchas especies beneficiosas para nuestra huerta. La idea es tener en ella la máxima biodiversidad posible y para que se establezcan especies depredadoras de parásitos y plagas ha de haberlas, si no es así, se irán o morirán.
En el siguiente enlace podréis descargar de forma gratuita manuales de identificación de las plagas, enfermedades y parásitos más frecuentes en horticultura y fruticultura.
Acceso gratuito a más de 1000 manuales y libros sobre agronomía. Aquí Todo un mundo donde identificar enfermedades, parásitos y plagas en explotaciones agrícolas; así como tratamientos para combatirlos y prevenirlos. |
D) Principales plagas y enfermedades en hortalizas.
A continuación, recogemos en una tabla las principales enfermedades y plagas que afectan a los cultivos más frecuentes. (Basado en el libro: “Plagas y enfermedades en hortalizas y frutales ecológicos” La fertilidad de la tierra, Xavi Fontanet y Andreu Vila).
Especies representativas |
Cardos, lechuga, Achicoria, escarola, alcachofa |
Col, coliflor, brócoli, coles de Bruselas, berzas, col china, nabo, rábano, colirrabano, colinabo, mostaza |
Melones, sandías, calabazas calabacines, cucamelon, pepinos, luffa |
Algarroba, judías, alubias, habas, guisantes, tirabeques, altramuces, veza, latiro, alfalfa, garbanzos, lentejas, tréboles |
Maíz |
Puerro, cebolla, ajo, calsots |
Amaranto, acelga, espinaca, remolacha, quinoa |
Fresas. fresón |
Tomates y pimientos |
Patatas y berenjenas |
Hinojo, apio, zanahorias, eneldo, anís, cilantro |
Los planteles de almácigos hortícolas suelen verse afectados, en general, sin ser específicos de la familia botánica a que pertenezcan, de: insectos transmisores de virosis (como los trips), pulgones, gusanos o rosquillas grises y gusanos del alambre.
Es muy frecuente el ahilado, por ser la fuente de luz insuficiente o focal. Si el sustrato es inadecuado puede producirse asfixia radicular, salinidad por sobreabonado o caída de plántulas o damping off.
Malas Influencias…
Las plantas se comunican con otras plantas y otros seres vivos convivientes, estableciendo un entramado de relaciones que pueden ser o no cooperativas. A este fenómeno se le llama alelopatía y es muy interesante contemplarlo, ya que puede ayudarnos a controlar de forma orgánica las plagas y también para evitar competencia e inhibición entre ellas. Principalmente, estas relaciones se llevan a cabo mediante la liberación de sustancias químicas. Existen por tanto, alelopatías positivas (si la relación ayuda a ambas especies) y alelopatías negativas (si una de ellas ejerce una acción depresora sobre la otra).
Hemos de tener especial cuidado en la planificación a la hora de escoger plantas acompañantes para nuestra huerta. Es conocido el efecto de inhibición de algunas plantas sobre la germinación y desarrollo de otras. Tal es el caso de: higueras, coníferas, algunas forrajeras (alfalfa), algunas especies de helechos, Solidago sp., Festuca sp., Lolium perenne, Sambucus sp., Rhododendron sp., Prunus laurocerasus, Rhus sp., etc.
Un ejemplo de alelopatía positiva sería la generada entre aromáticas, como la albahaca y el orégano, con cultivos como judías verdes, patatas o tomates. Las sustancias emitidas por las aromáticas camuflan el olor de las otras ante los depredadores, que se confunden en un mar de olores y les cuesta llegar a su objetivo.
Visualizar el siguiente vídeo sobre la alelopatía entre plantas. Aquí (3 min 49 s) |
Elaboración de remedios orgánicos: purines, repelentes, trampas, feromonas…
Existe un gran elenco de remedios por internet que aseguran tener el remedio infalible contra tal o cual plaga o enfermedad. Es cierto que existen métodos efectivos contra los mismos, pero con un basamento científico y comprobado. Desde la elaboración de diluciones insecticidas (con jabón potásicos, por ejemplo), aplicación de biocidas (virus y hongos que atacan a plagas y parásitos de las especies hortícolas y frutales), suelta y/o cría de fauna auxiliar (crisopas, mariquitas…), etc.
En el apartado 6.2. del módulo 2, ya hablábamos sobre la realización de preparados como remediadores orgánicos. Además, existen en el mercado repelentes y/o atrayentes de plagas que nos ayudarán a mantener las poblaciones de ciertos “individuos”. ¿Quién no ha oído hablar de las trampas de cerveza, la tierra de diatomeas, las trampas de feromonas o las botellas colgantes con detergente? Probad la eficacia in situ y comprobad si los consejos que se encuentran en la red son o no mitos, ¿no os parece un buen reto para nuestro alumnado? Despertaremos su actitud crítica y fomentaremos el método científico.
Visualiza el siguiente vídeo que nos ofrece Miriam en su canal de “La Tanina” sobre hormigas y hongos, en el que se da una visión generalizada de los bulos que corren por las redes sobre tratamientos casi curalotodo. Además, indican algunos ejemplos prácticos y contrastados sobre el uso de biocidas y la lucha biológica (abordada en el siguiente apartado). Aquí (20 min 13s) |
Lucha biológica
La lucha biológica consiste en un método de control de las poblaciones que pueden llegar a ser plaga mediante la acción depredadora o parasitaria de otras especies. La principal ventaja es la no aplicación de productos fitosanitarios, con los efectos secundarios que esto conlleva. Favoreciendo el entramado que supone la red trófica del ecosistema de nuestra huerta, aumentamos la biodiversidad y con ello el fomento del control biológico.
Entre otros beneficios, con la puesta en práctica de este método conseguiremos:
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Una producción de hortalizas mucho más segura, que evita el uso de fitosanitarios (para lo cual además, hay que tener un curso de manipulador de fitosanitarios, para conocer patologías, tratamientos, dosis, momento y método de aplicación, etc.).
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Una agricultura respetuosa con el medio ambiente. Priorizaremos el control biológico y cuando este “se agote” (sea insuficiente) aplicaremos sustancias orgánicas biodegradables, que no se acumulen en las pirámides tróficas (bioacumulación).
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Ahorrar en costes, ya que la inversión es mucho menor que en la que usa agroquímicos sintéticos.
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Evitar las consecuencias de que las plagas se hagan resistentes a ciertos productos, librándonos también de otras plagas secundarias. Es un método en el cual cada especie controladora es específica de una plaga o parásito.
Esta técnica requiere de cierta formación, que incluye: reconocimiento de las especies que provocan los daños, censo mediante trampeo de dichas especies, representación gráfica de sus poblaciones y determinación de cuándo el control es insuficiente.
Para conocer más sobre las especies de fauna auxiliar que controlan las poblaciones de parásitos y plagas de nuestra huerta, consulta el siguiente enlace del blog “Fitosofía”. Se detallan especies, acción y, al final, aparece una agrupación de artículos por sectores. Aquí |
En el caso que nos atañe, la lucha biológica tendrá un nivel de especialización adecuado al del alumnado. Existen webs de venta de algunas de estas especies, sólo hay que meter el nombre científico del animal en un buscador y darle a “comprar”. Pero consideramos que lo interesante es atraer a la fauna más habitual a nuestro huerto, mediante flores, reclamo de presas y hoteles de insectos. Entre las más comunes: mariquitas, crisopas, hormigas león, lagartijas, salamanquesas, avispas parasitoides, sírfidos, aves insectívoras…