Skip to main content

La base teórica del modelo HIP

El modelo HIP nace enfocado especialmente en las organizaciones del sector público que quieren innovar: gobiernos, ayuntamientos, departamentos, servicios, centros educativos, institutos tecnológicos, bibliotecas. 

Cada vez más personas integradas en esas organizaciones nos hacemos preguntas como estas: ¿cómo innovar en mi equipo?, ¿cómo transformar mi organización?, ¿cómo abordar retos complejos?

Para abordar la innovación en las organizaciones necesariamente tenemos que pensar en ecosistemas. Los ecosistemas son comunidades de comunidades y las comunidades son segmentos de red con alta densidad conectiva. Es decir, personas que se relacionan con muchas personas y tienen muchas conversaciones productivas. Podríamos concluir con la idea de que los ecosistemas son esas conversaciones.

A partir de este momento podemos visualizar las organizaciones como redes, como sistemas de relaciones, de conversaciones, formados, según nos explica la ciencia de redes,  por nodos y enlaces, que representamos mediante puntos y líneas en una hoja de papel. 

Nos hacemos estas preguntas en muchas ocasiones porque formamos parte de organizaciones o sistemas jerárquicos, verticales, que dificultan las conversaciones entre personas, y no sabemos cómo empezar a cambiar esto.

Las instituciones que aprenden, las que innovan, están organizadas como un rizoma. Un rizoma es un tallo subterráneo con varias yemas que crecen de forma horizontal.

Así, podemos visualizar las organizaciones innovadoras como una red abierta y distribuida, que simboliza este cambio de paradigma que el modelo HIP pretende inspirar.

En las organizaciones que trabajan de forma abierta, en las que entran las ideas y se liberan los datos, es donde germina la ética hacker, que tiene que ver con alterar flujos, con el derecho a saber y a decidir de las personas; y con valores como: la libertad, el libre acceso a la información, el valor social, la accesibilidad…

La ética hacker nos ayuda a entender la perspectiva de cómo tienen que ser las organizaciones que innovan  y  la ciencia de redes nos ayuda a entender y visibilizar cómo son los ecosistemas y cómo podrían ser.

Con base a todo esta base teórica, el modelo HIP propone a las instituciones ( gobiernos, ayuntamientos, departamentos, servicios, centros educativos, institutos tecnológicos, bibliotecas) los laboratorios de innovación, como el mejor ejemplo de un rizoma institucional, que promueve la creatividad y abre las organizaciones, permitiendo una conversación bidireccional.

Un ejemplo de laboratorio es el propio LAAAB. Laboratorio de Aragón [Gobierno] Abierto

El LAAAB como espacio de pruebas de innovación social

Es un laboratorio para fomentar la participación ciudadana en el diseño de políticas públicas. El LAAAB es una herramienta de innovación democrática y un espacio de encuentro entre la administración y la sociedad civil, un lugar donde cooperar, reflexionar y experimentar juntxs sobre los desafíos comunes.

image-1644917756160.png