Aspecto Técnico
Al abordar el estudio de una partitura, el alumnado se enfrenta a nuevos retos. La técnica le sirve como herramienta para expresar sus emociones. Mejorar su capacidad técnica le servirá para crear y no para impresionar con el virtuosismo.
Desde la corteza cerebral se controla el movimiento de las manos y es allí donde quedan grabadas las partituras como conexiones neuronales.
Como indica Despins (1989:96), puede afirmar que “la integración favorable de las funciones de cada hemisferio desempeña una posición clave en la elaboración de los procesos que permiten una adaptación a las exigencias…” Es decir que cuando un alumno hace una interpretación instrumental debe establecer un equilibrio dinámico entre la interpretación llevada a cabo por el hemisferio derecho, mientras utiliza sus recursos técnicos a través del hemisferio izquierdo.
Existen infinidad de métodos para el estudio de la técnica instrumental. La función pedagógica del profesorado será la de determinar la más propicia de acuerdo a la madurez cognitiva y nivel de estudio del alumno. Es probable que aparezcan consecuencias negativas si en el proceso enseñanza-aprendizaje no se adapta al estado neurofuncional del alumno. Es decir que uno de los problemas de la enseñanza instrumental, puede deberse a la capacidad o incapacidad del docente de emplear las estrategias de estudio adecuadas que permitan al alumno obtener la capacidad de resolver problemas y sentirse motivado y satisfecho en su aprendizaje.
En la enseñanza instrumental es muy frecuente encontrarse con dos tendencias extremas muy marcadas:
1- Un enfoque demasiado teórico, con un aprendizaje técnico-instrumental llevado al virtuosismo
2- Un enfoque demasiado liberal, abandonando toda regla.
Lo importante es encontrar ese equilibrio ya que si bien la libertad es necesaria para dar paso a la creatividad, debe forjarse dentro de un cierto marco. Como indica Ferguson (1980), llevar a cabo un conocimiento equilibrado, una didáctica matizada con diversidad y un aprendizaje adaptado.