-Activar conocimientos previos
Activar conocimientos previos
En qué consiste
La estrategia de activar conocimientos previos consiste en hacer consciente la información que uno tiene sobre el tema del que trata el texto.
Para qué sirve
En la comprensión lectora combinamos la información que ofrece el texto con nuestros propios conocimientos, tanto datos como experiencias. Para que se produzca esta combinación es importante que nuestros conocimientos sean conscientes.
Habitualmente, los textos dan por supuesta mucha información. Sus autores asumen que el lector la aportará. Por ejemplo, si un texto dice «cuando Laura frenó bruscamente, el paquete se cayó del asiento» es muy probable que interpretemos que Laura está conduciendo un coche, que el paquete está sobre uno de los asientos del vehículo y, aunque sepamos explicar la inercia o la conservación de la energía, tenemos experiencias con sucesos de ese tipo. Si el vehículo que conduce Laura fuera un camión, o un tranvía, probablemente, el autor nos informaría de ello, sabiendo que normalmente nos imaginaremos un coche.
Conocimientos necesarios
Esta estrategia no requiere un conocimiento especializado. Precisamente lo que se necesita es tener conocimientos sobre el tema del texto.
Cuándo se utiliza
Esta estrategia es más importante cuanto más se aleja el contenido del texto de nuestras experiencias cotidianas. En textos de tipo expositivo, especialmente si están dirigidos a especialistas o en textos narrativos que se alejan de nuestra época y nuestra cultura puede ser importante hacer una activación de conocimientos previos.
La activación de conocimientos previos no tiene sentido cuando se lee un texto sobre un tema del que apenas sabemos. En ese caso más que una activación de conocimientos previos habría que hacer alguna actividad de enseñanza, una introducción al texto (oral, multimedia o escrita) o una búsqueda de información importante para interpretar el texto.
Orientaciones didácticas
Es muy común que la activación de conocimientos previos se realice como una lluvia de ideas en asamblea a partir de preguntas como «¿qué sabemos sobre las centrales nucleares?». Estas preguntas suelen estar referidas al tema del texto, aunque también se pueden realizar preguntas más concretas, relacionadas con aspectos importantes que se traten en el texto, como «en una central nuclear, cómo se transforma la energía nuclear en el electricidad?, ¿tenéis noticia de accidentes en centrales nucleares?». El uso de ilustraciones puede ayudar a formular preguntas. Por ejemplo, ante este diagrama podríamos preguntar:
Imagen de dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Schemata_of_boiling_water_reactor#/media/File:BoilingWaterReactor_rus.gif
· ¿Qué partes de una central nuclear sois capaces de identificar? ¿Dónde se sitúan el reactor nuclear, la turbina o el generador? ¿Por qué necesitan agua las centrales nucleares?
Es posible que durante esta lluvia de ideas el intercambio se salga del tema. Por ejemplo, alguien podría mencionar que Homer Simpson trabaja en una central nuclear y que esto genere información relacionada con este personaje. Es importante preguntar si la información que está surgiendo nos ayudará a comprender mejor el texto e informar al alumnado sobre si han evaluado correctamente la utilidad de lo que comparten.
También es posible que aparezca información errónea. Por ejemplo, alguien podría comentar que la radiación se convierte (directamente) en electricidad. Conviene informar sobre si las contribuciones que se realizan son correctas o no y, si no lo son, realizar las aclaraciones necesarias.
Curiosamente, esta forma de realizar la activación de conocimientos previos es poco estratégica, ya que si es liderada por el profesor o la profesora deja poca capacidad de control a quienes van a leer el texto. Tras las primeras demostraciones de la estrategia puede ser interesante que esta activación de conocimientos previos sea liderada por algún alumno o alumna o que se realice en pequeños grupos.
También se puede realizar de forma individual, intentando contestar a dos preguntas:
- ¿De qué trata este texto? (convendría haber utilizado previamente la estrategia de preexaminar).
- ¿Qué sé yo sobre eso?
Herramientas combinadas
La activación de conocimientos previos, como explicitación de la información que conocemos sobre un tema forma parte de estrategias combinadas o procedimientos como LEC, P-AMD-L, PLR o SQA. Tras exponer las distintas estrategias simples encontraremos una parte dedicada a explicar las estrategias que combinan varias de ellas. Allí se podrá ver qué significan estas siglas y en qué consisten los procedimientos que representan.
Existen otras actividades que pueden suscitar conocimientos previos sobre los contenidos del texto, como las actividades de vocabulario previas a la lectura y los cuestionarios previos. En las actividades de vocabulario se seleccionan lo que WWC (2022) llama «palabras esenciales». Estas tienen las siguientes características:
- Son críticas: importantes para la comprensión del texto o conceptualmente importantes en el contenido que se trata.
- Resultan poco conocidas o difíciles de entender para los/as destinatarios/as del texto.
- En ocasiones aparecen destacadas en el texto.
Antes de comenzar la lectura del texto se realiza alguna actividad sobre el significado de algunas de ellas: buscarlo, tratar de explicarlas, asociarlas con su sentido correcto, utilizarlas correctamente en una oración, agruparlas, etc. El significado de las palabras esenciales restantes se puede trabajar durante o tras la lectura del texto.
Hay bastante variedad de actividades de vocabulario, pero la mayoría de ellas requieren un esfuerzo de preparación previa. Cuando nuestra intención primera no es el aprendizaje de ese vocabulario, sino la activación de conocimientos previos nos podemos limitar a proporcionar información sobre las palabras: una definición sencilla o sinónimo, un ejemplo informativo de su uso, un contraejemplo y, si es posible, una ilustración gráfica del significado de la palabra.
Un cuestionario previo es una batería de preguntas, normalmente diseñadas para responderse rápidamente (verdadero-falso, sí-no, respuesta de una palabra, elegir una alternativa) que explora algunas ideas importantes del texto.
Por ejemplo, podríamos plantear actividades de vocabulario como esta:
Clavicordio |
|
---|---|
Clavicémbalo |
|
Piano |
|
Órgano de tubos |
O un cuestionario previo
|
V |
F |
NS |
---|---|---|---|
El piano es el instrumento de teclado más antiguo |
|
|
|
El clavicordio es un instrumento musical de teclado |
|
|
|
Los órganos de tubos se suelen encontrar en las iglesias |
|
|
|
En italiano «piano» significa «suave» |
|
|
|
Un clavicémbalo siempre suena con el mismo volumen |
|
|
|
Tras ello se podría proceder a la lectura del texto:
El nombre «piano» es en realidad la abreviatura de «pianoforte», una palabra compuesta por dos términos italianos: «piano», que significa «suave» y «forte » que significa «fuerte». Esto describe su principal aportación: se trata de un instrumento de teclado con el que se puede cambiar fácilmente el volumen de la música y tocar suave o fuerte. Cuando se inventó el piano ya había otros instrumentos de teclado en los que se podía variar la intensidad del sonido: el clavicordio, incluso cuando se tocaba con la máxima fuerza, tenía poco volumen y no se podía utilizar en conciertos con otros instrumentos o en salas grandes. El órgano de tubos era un instrumento poco manejable, normalmente y aunque podía sonar más suave o más fuerte no permitía que cada una de las voces de la música tuviese un volumen independiente. Los clavicémbalos más avanzados tenían distintos sonidos más fuertes o suaves, pero todo el instrumento sonaba de la misma forma. El piano se podía usar en las salas de concierto, podía tocarse con otros instrumentos, permitía destacar cualquier voz de la música haciéndola sonar más fuerte y cambios progresivos o rápidos en la intensidad del sonido. Todo esto se ajustaba muy bien a los gustos de la época. |
Nuevamente, conviene recordar que estos recursos son poco estratégicos. Pueden ser interesantes para profundizar en el contenido del texto pero es muy improbable que alguien se vaya a construir por sí mismo una actividad de vocabulario o un cuestionario previo antes de leer un texto. Solo se utilizarán mientras haya un docente que las proponga y prepare.