-Ajustar la velocidad y dirección de la lectura
Ajustar la velocidad y dirección de la lectura
En qué consiste
Ajustar la velocidad y la dirección de la lectura se refiere a una serie de modificaciones que podemos hacer en nuestra forma de leer, por ejemplo:
- Volver atrás en una parte del texto con la que hayamos tenido problemas.
- Detener la lectura para poder pensar en lo leído o poner en marcha una estrategia.
- Leer muy despacio partes del texto de mayor dificultad.
- Releer el texto completo para profundizar en su significado o recordarlo mejor.
- Adelantarse en el texto para solucionar un problema de comprensión.
- Realizar una lectura muy rápida y superficial para decidir si el texto es adecuado o localizar un dato concreto.
- Dirigirse a una parte concreta del texto para buscar una información.
Para qué sirve
Las distintas formas de leer sirven para alcanzar un objetivo; normalmente estos van a ser:
- Comprender mejor el texto o una parte de él.
- Solucionar una dificultad de comprensión durante la lectura.
- Localizar un dato o información concreta.
- Hacerse una idea del contenido del texto.
Conocimientos necesarios
La mayor parte de los lectores desarrolla de forma espontánea estos recursos. Sin embargo, no es extraño encontrar a alumnado que parece tener solo una forma de leer, afrontando del mismo modo cualquier tipo de texto y tarea (la forma de leer por defecto). Normalmente esta suele ser leer el texto de principio a fin intentando mantener una velocidad de lectura constante.
En esta tabla se pueden ver algunos conocimientos y habilidades y su posible influencia en el modo de leer:
Percibir problemas de comprensión |
· Volver atrás en una parte del texto. · Reducir la velocidad de lectura. · Adelantarse en el texto para confirmar una idea. |
Utilizar distintas velocidades de lectura |
· Elegir la velocidad de lectura adecuada a la dificultad del texto. · Elegir la velocidad de lectura adecuada al objetivo o la tarea que se esté realizando. |
Conocer distintas formas de leer (preexaminar, lectura esquemática, consulta) |
· Elegir la forma de lectura más adecuada al objetivo o tarea que se esté realizando. · Conocer la estructura del texto. |
Conocer mis propias posibilidades como lector |
· Tomar referencias de velocidad realistas. |
Preexaminar aparece en esta lista como una estrategia de lectura. La lectura esquemática consiste en leer el encabezado de las secciones y las primeras líneas hasta que somos capaces de decirnos: «ya tengo claro de qué trata esta parte». En ese momento avanzamos a la siguiente sección leyendo solo palabras o informaciones destacadas y repetimos el procedimiento. La lectura de consulta consiste en dirigirse a la sección del texto donde espero encontrar la información necesaria. En textos extensos eso requiere saber manejar índices, localizar por orden alfabético (en diccionarios y enciclopedias) y realizar búsquedas electrónicas precisas.
Para la lectura de consulta es importante conocer el sistema de organización del tipo de texto que se vaya a trabajar (diccionario, horario, menú, catálogo, etc.).
Cuándo se utiliza
Normalmente utilizamos una forma de leer «por defecto» cuando leemos por entretenimiento o cuando no tenemos un objetivo especial en la lectura.
Modificamos la forma de leer:
- Ante un problema de comprensión, puntual (parte del texto que crea una dificultad) o general (texto complejo o difícil).
- Cuando tenemos un objetivo concreto y la forma de lectura puede favorecer su logro (buscar una información, aprender el contenido del texto, deleitarnos con sus cualidades literarias, etc.).
Orientaciones didácticas
Para incorporar esta estrategia es conveniente que el alumnado conozca distintas formas de leer y que distinga situaciones en las que puede ser beneficioso cambiar el modo de lectura.
Cuando modelamos la lectura es importante recalcar momentos en los que variamos nuestra velocidad o dirección ante una dificultad o problema:
- Percibir que una parte del texto es difícil y reducir la velocidad: «esto me resulta complicado, así que voy a leerlo muy despacio para poder prestar más atención».
- Detenerse ante un problema o dificultad: «esto ha sido poco claro; voy a pararme y revisar qué es lo que he entendido».
- Volver atrás en el texto: «no le veo el sentido a esto. Quizá he leído mal o se me ha escapado algo, así que voy a volver a leerlo».
- Adelantarse en el texto: «esta idea no me queda clara; voy a mirar más adelante a ver si dan más información sobre ella».
- Releer: «con esto me he hecho una idea general, pero si quiero entender bien lo que me explican necesito volver a leerlo».
También es conveniente practicar distintas formas de lectura: preexaminar, lectura esquemática y lectura de consulta.
Pueden ser útiles carteles o recordatorios como estos, para tener presentes las distintas formas de leer y su utilidad.
Elaboración propia con Canva. Iconos de Flat Icons en flaticon.com.Licencia Creative Commons BY-SA 4.0.
Descripción textual de la infografía
O para establecer distintos niveles de velocidad lectora según nuestra meta.
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Descripción textual de la infografía
La utilidad de algunas formas de lectura (lectura esquemática, lectura de consulta) se percibe mejor cuando utilizamos textos discontinuos en los que leer ordenadamente, desde el principio hasta el final no supone un beneficio especial.
Algunas herramientas combinadas, como LEC, P-AMD-L o PLR solicitan una relectura y disminución de la velocidad ante problemas de comprensión