2. Creación de un paisaje sonoro. Cuestiones básicas. Elementos y fases.
En el bloque 2 hemos grabado y escuchado distintos paisajes sonoros, analizando sus sonidos tónicos, sus frecuencias características, sus duraciones, y hemos también aplicado nuestro oído a diferenciar los distintos componentes o capas que los conforman.
Es este un aspecto clave, ya que ahora no vamos a grabar un paisaje sonoro, sino que vamos a reproducirlo.
Si durante estos días hemos agudizado nuestro oído y afinado nuestra percepción al ver películas o documentales, nos habremos percatado de la importancia del Foley, es decir, de la importancia de recrear artificialmente los sonidos con la finalidad de hacer más creíbles las escenas. Solamente al fijarnos nos daremos cuenta de la permanente “exageración”, necesaria para situar al espectador cuanto antes y de manera intensa en el desarrollo de la trama.
Veamos un ejemplo: 007 visita España. Por lo tanto, viene en San Fermín y en Semana Santa a la vez, sin que falte un tablao flamenco. Esta incongruencia no tiene ninguna importancia desde el punto de vista narrativo, y menos para un espectador norteamericano o japonés. Desde el punto de vista sonoro, sumamos sonidos callejeros que incluyen multitudes, vehículos, voces cercanas, respiraciones, pasos corriendo, andando, roces diversos de ropa con distintos objetos, puñetazos y golpes diversos, charangas, jotas, trompetas procesionales, etc. Ese es el paisaje sonoro en el que se van a situar los diálogos que se produzcan durante esas escenas, el fondo sonoro que da sentido a la acción. De alguna manera, las escenas se “pueden ver” con tan solo oírlas.
Nuestro objetivo al crear un paisaje sonoro es aportar toda la información necesaria de cuanto sucede a nivel sonoro en un espacio en el transcurso del tiempo.
Para ello necesitamos organizar:
En determinadas circunstancias el paisaje sonoro nos remite a lo que están escuchando otras personas, pero este es un recurso más de aspecto narrativo que nos lleva al mismo problema: definir bien el lugar desde el que escuchamos. Hemos visto en el Bloque 5 cómo definir espacios mediante la rever y el panorama.
Elegimos una rever acorde al espacio en el que estamos situados (por ejemplo, un túnel, un polideportivo o sala grande, una habitación pequeña, un espacio exterior extenso como una llanura, etc).
Posicionamos los sonidos a izquierda o derecha en sus distintos grados según de donde provengan.
Los planos: Mediante el uso de la rever estableceré planos de lejanía de los distintos sonidos. A más rever, más lejanía.
Así, deberemos velar por que se mantenga una coherencia entre panorama y planos si estamos trabajando con imagen. Por ejemplo, si alguien está situado a nuestra izquierda en la imagen, daremos un ligero panorama hacia la izquierda a su voz. Si además está a una cierta distancia, aunque lo oiremos perfectamente, le daremos mayor profundidad mediante la rever.