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3. Estrategias para una contraseña robusta.

Una vez visto que cualidades debe cumplir una contraseña para ser segura, vamos a ver diferentes estrategias para que además de ser segura también sea fácil de recordar y útil para nosotros. Es importante que cualquier contraseña siga un proceso cognitivo lógico para que si no recordamos exactamente los elementos de la contraseña, mediante el razonamiento lógico seamos capaces de deducirla. 

Es aconsejable utilizar contraseñas diferentes para las diferentes plataformas que utilicemos, ya que si se produce un grieta de seguridad en alguna de nuestras cuentas y quedamos descubiertos, estas credenciales servirían para poder entrar en el resto de cuentas. 

En ocasiones, recordar todas las contraseñas que utilizamos (correo electrónico, redes sociales, mensajería instantánea, foros, etc.) puede resultar complicado. Para facilitar la tarea, podemos utilizar algunas sencillas reglas:

  • Cambiar las vocales por números. Por ejemplo:
    • Mi familia es genial → M3 f1m3l31 2s g2n31l
  • Utilizar reglas mnemotécnicas. Por ejemplo, elegir la primera letra de cada una de las palabras de una frase que sea fácil de recordar para nosotros:
    • Con 10 cañones por banda… → C10cpb…
  • Para hacer más sencillo el trabajo, podemos utilizar claves basadas en un mismo patrón, introduciendo ligeras variaciones para cada servicio. Por ejemplo, tomando como base la contraseña anterior, añadir al final la última letra del servicio utilizado en mayúscula:
    • Facebook → C10cpb…K
    • Twitter → C10cpb…R
    • Gmail → C10cpb…L
  • Dependiendo del servicio y de su importancia podemos utilizar claves más robustas o menos, para facilitar su memorización. Para los servicios más sensibles, siempre podemos utilizar un generador aleatorio de contraseñas. La mayoría de los gestores de contraseñas ofrecen esta funcionalidad.

Otra razón para no utilizar la misma clave en diferentes servicios es el hecho de que algunos de ellos no almacenan nuestra contraseña cifrada en sus servidores. En este caso, involuntariamente la estamos compartiendo con estos servicios, por lo que debemos poner una contraseña que no se parezca a ninguna de las otras que utilizamos. Una pista para poder identificar estos servicios es comprobar si al darnos de alta o recuperar la contraseña nos indican cual era nuestra clave, en lugar de proporcionarnos un enlace para cambiarla.