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4.2 HERRAMIENTAS DIGITALES, ¿ALIADAS O ENEMIGAS DE LA INCLUSIÓN?

Continuamos este capítulo 4 con un artículo para reflexionar de Irene Gil; aunque se podrían hacer lecturas negativas sobre el impacto de la tecnología en la inclusión, es mucho más lo que se gana en positivo que el impacto negativo. Lo hemos podido comprobar en las páginas anteriores, donde explicábamos como es el uso de esas herramientas digitales en el aula y que herramientas pueden ayudarnos en la evaluación.

¿ Puede la tecnología ayudar a mejorar la inclusión laboral de las personas con discapacidad?

El mercado laboral cambia irremediablemente y hemos de prepararnos para ello, concentrando todos nuestros esfuerzos en el camino más fecundo.

La primera parada obligatoria va a ser la adquisición de competencias digitales.  En un mundo eminentemente digitalizado, las nuevas tecnologías son factor sine qua non de inclusión. La brecha digital podemos decir que es uno de los factores de desigualdad más determinante de nuestro tiempo.

Además, es fundamental prestar atención a las  'soft skills'. El profesional del futuro es una persona en constante adaptación al medio y destaca en habilidades como la inteligencia emocional, la creatividad o la humildad. En otras palabras, competencias en las que los seres humanos siempre serán superiores a las maquinas.

En tercer lugar, es necesario apostillar que nada tendrá sentido si perdemos de vista la premisa de  la  Agenda 2030  de Naciones Unidas : “no dejar a nadie atrás”.

Los avances de la Inteligencia Artificial deben llegar a todas las personas y especialmente a los más vulnerables, como son muchas personas con discapacidad. La tecnología tiene un gran potencial para acabar con las barreras de discriminación basadas en variables relacionadas con la movilidad o las capacidades de comunicación, que tradicionalmente han perjudicado el acceso de las personas con discapacidad.


Oportunidades  y beneficios para la inclusión:

La digitalización, las tecnologías adaptadas y la consolidación del teletrabajo son algunas de las oportunidades llamadas a estimular el empleo de las personas con discapacidad.

  • La irrupción de tecnologías inclusivasproductos de apoyo tecnológico facilitan las tareas y rutinas de las personas con discapacidad. Por ejemplo, equipos y programas para aumentar la movilidad, la audición, la visión o las capacidades de comunicación.
  • La  robotización y la digitalización tienen un gran potencial para acabar con las barreras de discriminación basadas en variables como la fuerza física, inercias o roles que tradicionalmente han perjudicado a las personas con discapacidad.
  • La consolidación del teletrabajo está permitiendo a las personas con discapacidad desempeñar su puesto de trabajo impidiendo el factor de desplazamiento.

Además, las nuevas tecnologías mejoran la calidad de vida global de las personas con discapacidad. Además de impactar positivamente en su acceso al empleo, los avances tecnológicos favorecen la participación de las personas con discapacidad en actividades cotidianas contribuyendo muy positivamente a reducir su dependencia e incrementar su autonomía e independencia.


Riesgos y brechas  digitales

Sin embargo, no todos son luces y la revolución tecnológica también plantea sombras, siendo la más destacada el acceso desigual a dichas tecnologías. Así, se trata de un campo que no deja de evolucionar y no siempre lo hace al compás de las necesidades de las personas.

Por ejemplo, durante la última década hemos dañado los ordenadores y teléfonos antiguos por móviles y/o tabletas que no contemplan las características y/o circunstancias de las personas que no pueden manejar una pantalla táctil. Además,  la adquisición de nuevas tecnologías  no siempre resulta sencilla, en la medida que tienen un coste económico que no todo el mundo puede asumir.

Por último, existen otras barreras como la complejidad funcional de algunos dispositivos tecnológicos o el “miedo a lo desconocido”.


Algunas propuestas para hacer que las tecnologías sean mas inclusivas
  1. Accesibilidad, usabilidad, legibilidad y lecturabilidad
    Es uno de los grandes desafíos en el diseño de tecnologías e información inclusivas. Las empresas tenemos que hacer canales accesibles contenidos, información y tecnologías utilizables en las que se emplee  comunicación clara  y sencilla, legible. De esta manera tenemos que asegurar que todas las personas tienen acceso a la información.
    La combinación de estos factores es crítica para asegurar el derecho a la información, que no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino también a personas migrantes sin idiomas, personas mayores o personas con niveles educativos bajos. De esta manera aseguramos la participación de todas las personas.

  2. Sesgos inconscientes e Inteligencia artificial
    Educar a las máquinas es básico y para educar a las máquinas es necesario hacer que quienes las desarrollen estén también preparados o preparados para no proyectar sus sesgos inconscientes en el desarrollo tecnológico. Estamos en un momento clave en el que tenemos la oportunidad de desterrar prejuicios, estereotipos y sesgos que nos han acompañado durante siglos.
    La inteligencia artificial puede ser una gran aliada para la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad ayudando a eliminar barreras físicas en el entorno laboral. Las personas con grandes barreras en la movilidad o en la comunicación, utilizando tecnología, pueden mejorar considerablemente su empleabilidad, acceder a la formación y participar con normalidad en la actividad empresarial.
  3. Accesibilidad cognitiva
    La accesibilidad cognitiva es un derecho recogido por las Naciones Unidas al que hemos de dar respuesta, con más herramientas para que las personas con discapacidad intelectual puedan comprender textos, carteles o tecnología y acceder al mercado laboral en igualdad de condiciones. Recursos como la lectura fácil habrán de tener un destacado protagonismo en los próximos años.
  4. Diseño de hardware accesible, adaptaciones tecnológicas o gadgets
    Por suerte, en los últimos años están irrumpiendo numerosas adaptaciones tecnológicas para facilitar la visión, la audición o la movilidad. Estos desarrollos, sin duda, tienen un papel fundamental para reducir las barreras que todavía existen en muchos entornos de trabajo.

Nos referimos, por ejemplo, a los siguientes productos:

  • Para personas con  discapacidad física:  mesas regulables en altura, teclados con cobertores o teclas de gran tamaño que impiden pulsaciones accidentales, ratones virtuales o ergonómicos, etc.
  • Para personas con  discapacidad visual: pantallas de gran formato, lectores de pantalla, impresoras de braille, magnificadores o lupas aumentativas, etc.
  • Para personas con  discapacidad auditiva: intérpretes de lengua de signos, emisoras de frecuencia modulada, prótesis auditivas, etc.
  • Para personas con  discapacidad intelectual  la variedad es menor. Si bien en los últimos años hemos visto surgir las páginas en lectura fácil (con lenguaje sencillo y claro, de forma que pueden ser entendidos por todos) o las Apps basadas en pictogramas intuitivos.
De este artículo, "Las Nuevas tecnologías al Servicio de la discapacidad" de la periodista Irene Gil, extraemos dos grandes conclusiones: Las herramientas digitales nos permiten aumentar, mantener y mejorar las capacidades funcionales de las personas con discapacidad. Además con ellas se ofrece una serie de alternativas que garantizan la equidad de oportunidades y la oportunidad de disfrutar de servicios comunes a los demás.