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1.1. La importancia de las referencias bibliográficas

La palabra bibliografía ha sido usada, popularmente, para identificar a una lista de referencias (erróneamente llamadas citas en muchas ocasiones), que aparecen al final de los documentos científicos o técnicos. En realidad, el término es polisémico, y se utliza para identificar a:

  1. La disciplina que dota de apoyatura teórica y metodológica a esta actividad intelectual, relacionada con la búsqueda, selección, representación y organización de información.
  2. Los métodos, técnicas y procedimientos que hacen posible la descripción de documentos.
  3. El producto resultante, que es la recopilación, de acuerdo a unas normas, de las obras intelectuales sobre un tema o materia, o que han sido utilizadas para la elaboración de un trabajo.

El investigador J. Moll definió la bibliografía como la "Búsqueda, identificación y descripción de manuscritos, impresos y otras publicaciones útiles al conocimiento intelectual… entran en la categoría de documentos, entendiendo por documento todo objeto portador de información y que sirve para comunicarla." Hay que tener en cuenta que en muchos ámbitos se ha identificado a la bibliografía con el estudio del libro y de su historia. Sin embargo, y aunque siga siendo común el uso popular del término, en realidad es la Bibliología la disciplina que se ocupa de estudiar el libro, su historia y sus manifestaciones.

Desde la perspectiva de la bibliografía actual, lo que interesa a efectos de la elaboración de documentos académicos, científicos ó técnicos (entre los que se incluyen los educativos), es el conjunto de reglas que rigen la elaboración y presentación de las listas de referencias.

Las referencias bibliográficas se pueden definir como el conjunto mínimo de datos que sirven para identificar y describir un documento. Gracias a las referencias bibliográficas, cualquier trabajo o publicación que pretenda tener unos estándares mínimos de calidad está documentado, frente a la extendida creencia de que la cita de autores reduce o cuestiona la originalidad del mismo. Su uso correcto, acompañado de la inclusión de las referencias bibliográficas mencionadas, no sólo supone una clara manifestación de la honradez intelectual y la ética de la persona a través de ese reconocimiento, sino que además robustece la idea de que se ha documentado profundamente con la lectura de las aportaciones de especialistas en el tema en cuestión.

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Videotutorial: CTED UCLM (2017). Referencias y citas: importancia.

Junto a este factor, existen otros elementos que contribuyen a enfatizar la trascendencia e importancia de las referencias bibliográficas:

  • Permiten dar a conocer esos trabajos que han permitido documentar el tema con anterioridad, y que sostienen las consideraciones y contenidos del mismo, amén de argumentar, aclarar, reforzar y reutilizar ideas o datos de trabajos previos que contribuyen a dar soporte documental.
  •  Dotan de fiabilidad a la publicación, y posibilitan contrastar la veracidad de las obras referenciadas.
  •  Reconocen el trabajo y el mérito de los autores citados, lo que a su vez evita cualquier problema suscitado por posibles sospechas de plagio.
  •  Abren el camino a los lectores para que puedan ampliar el conocimiento de los contenidos del trabajo siguiendo la estela de los documentos citados.