15. Equipa: Ropa de abrigo y chubasquero
En alta montaña es imprescindible llevar siempre, incluso en verano, prendas que protejan del frío, del agua y del viento.
Las oscilaciones térmicas a esas alturas son siempre importantes, incluso en verano, y resulta muy fácil que la Isoterma cero se sitúe en algún momento del día o de la noche por debajo de la cota máxima de la excursión.
Una persona puede sobrevivir semanas sin alimento, días sin agua pero sólo unas horas sometido sin protección a una temperatura ambiente baja.
La combinación de viento y frío puede ser peligrosa, a eso remite el concepto de "sensación térmica", usado en los partes de la AEMET. Con temperaturas cercanas a cero, un viento fuerte puede producir congelaciones severas en muy poco tiempo. Disponer de prendas cortavientos puede salvarnos de hipotermias severas y evitar generar un rescate.
En cuanto a la ropa de abrigo, varias capas de ropa funcionarán mejor que una prenda de abrigo muy gruesa, y mediante el sistema de cebolla -poner y quitar capas- se podrá regular bien la ropa que necesitamos llevar.
Materiales sintéticos funcionan mejor que los naturales, pues no absorben el sudor y nos mantienen secos, aunque si son naturales también cabe la posibilidad de llevar siempre ropa de repuesto.
El impermeable tiene también la función de cortavientos, imprescindible para protegernos de sentir más frío del que marca el termómetro (sensación térmica).
Unos guantes finos tendrán siempre su hueco en la mochila: temperaturas bajo cero nos pueden sorprender más de una vez en verano en la alta montaña.
Y recordad: ¡las primeras nevadas en el Pirineo siempre suelen caer en el mes de agosto!
No Comments