30. Actúa: Beber, comer y protegerse del sol
El ejercicio físico y el contacto con el medio aumentan el metabolismo y será necesario un mayor aporte de agua y de energía.
El sol da calor y luz pero también radiaciones que pueden dañar la piel y los ojos.
El medio natural nos sitúa frente a las agresiones que actúan sobre nosotros conjuntamente (cambios de temperatura, exposición al sol, trabajo muscular...).
En la montaña y con la altura se acentúan estos factores. Se necesita más protección, hidratación y energía. Con la altitud disminuye la densidad del aire, reduciéndose la presencia de oxígeno por lo que el esfuerzo necesario es mayor. También aumenta la radiación solar.
El sol puede ser un silencioso enemigo que estropee la jornada provocando insolaciones, quemaduras y problemas de visión. Hay que llevar siempre gafas de sol, cubrir y proteger la piel.
También conviene recordar que los paisajes o el entorno claro (roca caliza, nieve, masas de agua...) tienen un efecto espejo que multiplica la radiación solar.
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