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3.4.2. Modelos didácticos del aprendizaje autorregulado

La base de los modelos didácticos que buscan promover un aprendizaje autorregulado se fundamenta en brindar un apoyo sistemático que permita que los estudiantes trabajen de manera independiente.

Es por ello que se recomienda integrar de forma curricular las estrategias de aprendizaje a las actividades de clase. A continuación, mencionamos algunos de ellos (Torrano, Fuentes y Soria, 2017).

Auto-observación

Los estudiantes deben aprender a valorar y supervisar si las estrategias que están utilizando son efectivas. En caso de no estarlo, ser capaces de modificar, cambiar o reajustar lo necesario. Esto implica una toma de conciencia sobre sus procesos cognitivos frente a su estado emocional, motivación, tiempo de la tarea y nivel de esfuerzo.

Por ejemplo, ser conscientes de que no están entendiendo la consigna, analizar su nivel de comprensión de la tarea y verificar que están con predisposición para aprender, entre otros. Es decir, verificar que sus habilidades metacognitivas les resultan beneficiosas ante la tarea.

Modelado

Los seres humanos somos capaces de adquirir conductas, actitudes y destrezas por medio de la imitación.

En este caso, los profesores serán un modelo referencial que, si explican abiertamente lo que hacen para resolver una tarea, enseñan implícitamente las estrategias que están utilizando.

En consecuencia, el estudiante asimilará de mejor manera mediante un ejemplo práctico, cómo planificar, ejecutar, supervisar y resolver una tarea.

Este tipo de modelo suele darse al inicio del aprendizaje pero, idealmente, mientras más visualizaciones y ejemplos tenga, mejor será el dominio en el futuro.

Práctica guiada y autónoma

Para conducir el proceso de aprendizaje de manera efectiva es importante practicar las estrategias de autorregulaciónEn principio, de forma guiada y, poco a poco, de forma independiente.

El feedback es un aspecto importante para el análisis de dicha efectividad. Asimismo, lo que se pretende a través de este modelo es promover la responsabilidad en el estudiante para que logre controlar, desarrollar, aplicar y evaluar las estrategias que ha ido adquiriendo a raíz de la práctica guiada. Un ejemplo de esta estrategia puesta en práctica es el flipped classroom. 

Apoyo social

En principio, a los estudiantes se les brinda un apoyo o también llamado “andamiaje” (scaffolding) para guiar su proceso de aprendizaje.

Con el paso del tiempo, se va retirando dicho apoyo de forma paulatina, convirtiendo este apoyo que, en principio era directivo, en algo menos intenso. Es decir, este scaffolding se retirará gradualmente para que empiece a ser el estudiante quien direccione sus procesos de aprendizaje.

Práctica autorreflexiva

Esta sería la última parte del proceso de autorregulación, pues es el paso en el que los estudiantes practican todo lo que han aprendido de forma independiente.

En ese sentido, se espera que estén en capacidad de reflexionar sobre su proceso de aprendizaje, utilizar estrategias adecuadas y ajustarlas al contexto en el que se encuentran. Consecuentemente, todo esto favorecerá un entorno de aprendizaje positivo.

En resumen, para lograr una mejor gestión del aprendizaje es importante enseñar y guiar a los estudiantes a regular su experiencia. Conforme mejor sea la gestión de los elementos que influyen en este proceso, mejor será el resultado y rendimiento general.

En otras palabras, mientras más activa sea su participación, mucho mejor será su disposición para aprender y comprometerse con lo que aprenden. Así, su respuesta será mucho más positiva para alcanzar las metas propuestas.

Extraído de; https://neuro-class.com/el-aprendizaje-autorregulado-gestionar-como-aprendemos/