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1.1 CONCEPTO DE WORLD WIDE WEB

La World Wide Web (www), término traducido a veces como "telaraña mundial", es el conjunto de la información disponible a través de Internet con un formato dado: el "HTML". Es decir, entre los ordenadores que conforman la red Internet hay algunos (muchos) dedicados a ofrecer información que está "codificada" en lenguaje HTML. A éstos se les llama "servidores web". Estos ordenadores almacenan la información en archivos con formato HTML (se podría traducir como Lenguaje de Marcas de Hipertexto) y los envían cuando les son solicitados. Un navegador lo único que hace es interpretar este lenguaje y transformar esa información en texto, imágenes y sonidos, que es lo que se nos muestra al abrir una página web con él. El almacenamiento se produce en el disco duro del servidor correspondiente, de una forma similar a la que usamos para organizar la información de nuestro propio disco: mediante una estructura de carpetas. Así pues, la misión del navegador es mostrar en nuestro ordenador la información que contienen los servidores web.

Programas capaces de interpretar el lenguaje HTML hay muchos en el mercado. Los más conocidos son Internet Explorer (de Microsoft), Firefox (de Mozilla) y Google Chrome (de Google) pero hay muchos otros, como Opera, e incluso podemos encontrar navegadores "temáticos", que nos facilitan el acceso a los contenidos en Internet de un tema concreto. La mayor parte de los navegadores que podemos encontrar son gratuitos y su manejo es muy similar en todos los casos. Nosotros vamos a realizar este curso basándonos en Internet Explorer, Firefox de Mozilla y Google Chrome. Estos tres navegadores se pueden instalar y actualizar gratuitamente. Cuando el navegador está instalado en nuestro ordenador, aparece en el escritorio el siguiente icono:

2.2, 2.3 y 2.4. Iconos de los navegadores

Haciendo un doble clic con el botón izquierdo del ratón sobre este icono, arrancaremos el programa: ¡Tenemos la WWW a nuestra disposición!

Al arrancar el navegador, automáticamente nos muestra una página (enseguida veremos cómo podemos decidir qué página nos muestra). Si pasamos el ratón por ella, observaremos que hay zonas en las que le cursor se convierte en una mano con el dedo extendido.

Estas zonas son lo que se llaman "vínculos" (también se les conoce por "hipervínculos", "links", "hiperlinks", "enlaces" e "hiperenlaces") y son la base del funcionamiento del hipertexto (HTML). Un vínculo es la zona de una página web tal que, al hacer un clic con el botón izquierdo del ratón sobre ella, se despliega otra página web diferente (o, en algunos casos, otra parte de la misma página).

Esta forma de funcionamiento de los vínculos confiere a los documentos realizados con HTML (es decir, a las páginas web) un carácter no lineal que los diferencia de otro tipo de documentos, como los impresos: una página web nos puede llevar a multitud de nuevas informaciones y se puede recorrer en el orden que nuestras necesidades nos marquen.

Un vínculo puede estar definido sobre un texto, sobre una imagen o incluso sobre un área de una imagen. Cuando el vínculo está sobre una o varias palabras, éstas suelen aparecer subrayadas por lo que es fácil identificar los vínculos. Si están sobre una imagen (ya sea completa o sólo un área de la misma) no hay otra forma de localizar el vínculo que pasar el ratón sobre la imagen. En el momento en que se convierta en la mano con el índice dedo estirado sabemos que estamos sobre un vínculo.

Como se puede intuir con lo visto hasta aquí, la forma más sencilla de navegar es saltar de página en página mediante los hipervínculos que éstas nos ofrecen. Sin embargo, si tenemos un objetivo claro en la navegación (buscamos un página concreta, o algún tipo de información temática) puede resultar poco operativo ir moviéndonos de vínculo en vínculo desde nuestra página de inicio. Por ello es necesario aprender a indicarle a nuestro navegador, exactamente a dónde queremos ir.