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Herramientas y aperos de labranza

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En cada zona se confeccionan herramientas diferentes, es un bien artesanal y cultural. Nosotros destacaremos las más empleadas. 

El acopio de éstas, dependerá del tipo de sistema de cultivo que vayamos a emplear, ya que en el caso de emplear uno tradicional, la inversión será bastante más elevada; motocultor, azadas, palas, rastrillos, picos…En el caso de jardineras o bancales elevados, no serán necesarias herramientas muy grandes.

 También habrá que tener en cuenta el tamaño de los grupos de alumnos que participarán simultáneamente en cada actividad, la disposición para su almacenamiento, su peligrosidad (en función de la edad y características de nuestro alumnado) y del reparto de tareas en tiempos, para no tener que comprar muchas herramientas iguales, podemos planificar tareas diferentes simultáneas, invirtiendo en variedad, no en cantidad.

AZADA

Sirve para cavar tierra, cortar malezas, hacer hoyos para plantar árboles, realizar los surcos para el riego por inundación. Es bastante útil en la huerta, una de las básicas para el huerto tradicional. Si nuestra huerta es en bancales, la emplearemos sólo en su inicio. Para el mantenimiento de los mismos, ya no la usaremos, ya que no interesa remover la tierra.


PALA

Empleada para retirar y repartir materiales como: estiércol, tierra, compost…Las de punta cuadrada tienen más capacidad que las que acaban en pico, pero también suponen más esfuerzo físico.


RASTRILLOS

Ayudan a recoger hojas en el caso de que las púas estén juntas. El caso del rastrillo de cuatro púas es ideal para suelos pedregosos, realizando una labor parecida al de la azada en suelo arcilloso. También se emplea para igualar la superficie de cultivo, para allanar, se arrastra invertido con los dientes hacia arriba.


HORCA, LAYA Y HORCA DE DOBLE MANGO

Empleado para voltear el compost, recoger paja y hierbas con pinchos o urticantes, airear verticalmente nuestros bancales. Para este último fin, la laya de doble mango es perfecta.


CARRETILLA

Muy útil para transportar material pesado o que se disperse fácilmente. Imprescindible todo el año, tanto para el abonado como para el relleno de bancales, recolección de cosechas…


CULTIVADOR MANUAL

Muy interesante en huertos escolares, ya que es una herramienta de fácil manejo, poco peso y baja peligrosidad. Empleada para escardar, desherbado incipiente de hierbas no deseadas, despedregado…

 

TIJERAS DE PODAR

Las hay de muchas medidas, para emplear con una o dos manos, que abarcan más o menos altura; pero todas nos ayudan a controlar el crecimiento no deseado de setos, hortalizas, frutales, etc.También se emplean para cosechar grandes frutos como: calabazas, melones, sandías…


SULFATADORAS DE PRESIÓN

Las hay de mochila, manuales y de grandes dimensiones. A nosotros nos interesan las dos primeras, aunque si nuestro huerto es pequeño, con la manual nos podemos apañar. Se emplean para aplicar purines, abonos y otros productos, idealmente orgánicos e inocuos para la fauna y el medio ambiente. Trataremos estos “potingues” en módulos posteriores.


REGADERAS

Aunque dispongamos de riego automático, es bueno tener una a mano, para el riego de plántulas y siembra, incluso para aplicar algunos tipos de abonos e infusorios. Si disponemos de dos iguales, nos ahorrará más de un viaje y además, al transportarlas llenas andaremos más equilibrados.


DESBROZADORAS, BIOTRITURADORAS, CORTACÉSPED, MOTOCULTORES

Son útiles accesorios, si se dispone de ellas bien, pero no son imprescindibles. Nos ayudan a mantener a raya las hierbas no deseadas (dejando una cobertura y las raíces “trabajando” en nuestro terreno), preparar el terreno y triturar y segar especies que formarán parte de nuevo de nuestro suelo tras su compostación. 

Es importante trabajar la tierra en tempero, es decir, con cierta humedad, ni demasiado seca ni demasiado húmeda. Si está excesivamente seca supone mucho más esfuerzo físico. Si el terreno está demasiado húmedo, los aperos sufren y se oxidan, además, el suelo se apelmaza e impide la oxigenación de las raíces de nuestros cultivos. Si nuestro clima es muy frío y el suelo permanece helado a menudo, se puede trabajar con maquinaria pesada, ya que el hielo impide su apelmazamiento y con el deshielo los cúmulos de tierra se desmoronan solos, consecuencia de la dilatación del agua de helada (gelifracción).

MANO VERDE

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Como escribe Mariano Bueno en su libro “El huerto urbano familiar” “haciendo y deshaciendo se va aprendiendo”, para referirse a las manos de los horticultores como la mejor de las herramientas, a cómo con ellas hemos comenzado a labrar la tierra de cero y cómo la experiencia y tras los “supuestos fracasos”, cada vez somos más hábiles. 

Es conocido además, que el contacto directo de nuestras manos con la tierra produce en nuestro cerebro la liberación de  serotonina, la hormona de la felicidad y el bienestar. ¡Otra excusa más para ponernos manos a la obra!



CUIDADO DE LAS HERRAMIENTAS

 

Hay que cuidar el mantenimiento de nuestras herramientas: evitar que se oxiden, engrasarlas, resguardarlas, ordenarlas en un mismo sitio siempre para facilitar su localización y evitar accidentes, sobre todo con los alumnos más vulnerables.

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