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1.2.3.3. Cómo se desarrolla en el niño/a

niño dibujando tomada de Pixabay

Imagen - niño dibujando tomada de Pixabay

El desarrollo del proceso atencional es especialmente relevante debido a su implicación en el desarrollo adecuado de otras funciones cognitivas. Su funcionamiento está implicado en procesos tan necesarios para el desarrollo integral del niño/a como son los procesos perceptivos, el funcionamiento ejecutivo, la memoria, la motivación, el lenguaje… de tal manera que un desarrollo inadecuado de la atención dará lugar a la posible aparición de dificultades de aprendizaje (Sirumal, 2016).

Primer año

  • Siguen la mirada de otra persona
  • Dirigen su atención hacia el objeto que mira otra persona
  • Preferencia por estímulos con brillo, colores fuertes, contrastes, sonidos, movimiento y de cierta complejidad
  • Cuando se habitúan a un estímulo, pierden el interés

1-3 años

  • Centran la atención en las características más notables (color, forma…) de los objetos o personas, aunque no sean las más informativas
  • Su atención, en esta etapa y en la siguiente, está condicionada por:
    • El contexto (tipo de tarea, hora del día, presencia del adulto, clima del grupo…)
    • Características personales (cómo percibe la dificultad de la tarea, motivación hacia la tarea…)

3-5 años

  • Aumento de la atención sostenida. Al inicio de esta etapa, tienden a estar más atentos a medida que la sesión o tarea avanza
  • Centran mejor la atención en las aspectos relevantes de la tarea y van ignorando los aspectos irrelevantes, aunque aún cometen errores
  • Al final de esta etapa, son capaces de realizar una tarea atencional visual durante 15 minutos

6-9 años

  • Incremento de la atención sostenida en una misma tarea
  • Empiezan a utilizar estrategias para mantener la atención (ej. Taparse los oídos mientras leen)
  • Pueden planificar su atención, por ejemplo, siguiendo una secuencia en la búsqueda de un objeto

9-12 años

  • Mejora de la atención selectiva