Skip to main content

-Inferencias

Realizar inferencias


Realizar inferencias consiste en aportar conocimientos propios para combinarlos con la información del texto y así completarlo o enriquecerlo. Hay autores que consideran que la construcción de inferencias es una forma de pensamiento que utilizamos para la comprensión (oral, lectora, de imágenes o de situaciones reales), de modo que no sería una estrategia de comprensión. No obstante, también hay autores que distinguen entre inferencias que se realizan automáticamente, sin que seamos conscientes de ellas, y otras que realizamos estratégicamente, deteniéndonos a pensar cómo podemos dar sentido al texto.

Las inferencias pueden ser de distintos tipos y los investigadores y académicos no se han puesto aún de acuerdo sobre cómo clasificarlas. En el módulo 1 ya vimos la clasificación propuesta por Van de Broek y colaboradores (1993) que diferencia entre inferencias asociativas, inferencias hacia atrás, inferencias hacia delante e inferencias ortogonales. Otra forma útil de clasificar las inferencias puede ser pensar en:

  1. Inferencias referenciales: responden a la pregunta «¿de qué/quién habla el texto cuando dice…?». Se emplean ante pronombres, elisiones, sinónimos, hipónimos, hiperónimos o cualquier forma de referirse a algo sin nombrarlo directamente.
  2. Inferencias causales: responden a la pregunta «¿por qué?, ¿qué relación hay entre estas dos ideas que parecen inconexas?». Sirven como puente, relacionando de forma causal ideas del texto.
  3. Inferencias predictivas: responden a la pregunta «¿cómo continuará esto?, ¿qué va a suceder ahora?». Anticipan información del texto y muchas veces se han considerado de forma independiente constituyendo la estrategia de hacer predicciones.
  4. Inferencias elaborativas: responden a multitud de preguntas sobre cualquier detalle relacionado con el texto. Se podrían agrupar en la pregunta general «¿qué más se puede decir sobre esto?». Enriquecen la representación del texto aportando detalles.
  5. Inferencias globales: responden a preguntas como «¿qué quiere decir esto?, ¿qué quería transmitir el/la autor/a?». Se utilizan cuando el texto comunica cuestiones que no aparecen claramente en él, como una moraleja, mensajes irónicos o alegóricos.

Para qué sirve

La construcción de inferencias es fundamental para la comprensión de textos. Sirve para darles coherencia y enriquecer su significado. Varios de los modelos de lectura presentados al inicio de este curso destacaban la construcción de inferencias como aspecto clave para la integración de la información.

Conocimientos necesarios

Las inferencias se basan en los conocimientos del lector:

  • Conocimientos sobre el lenguaje y sus reglas: son necesarios para la creación de inferencias referenciales.
  • Conocimientos sobre el mundo, los lugares, las personas, las ideas, las costumbres, el pasado, etc. Son los que fundamentan la realización de inferencias causales, predictivas y elaborativas.
  • Conocimientos sobre los textos, sus géneros y sus autores: pueden influir en distintos tipos de inferencia pero resultan especialmente importantes en las globales.

Este tipo de conocimientos se adquieren a lo largo de toda la vida, especialmente en el periodo de formación en el que se asienta la cultura general. Es importante tener en cuenta que si los/as lectores/as no cuentan con los conocimientos necesarios acerca de los contenidos del texto o estos conocimientos no están activos, disminuirá notablemente la cantidad de inferencias que realizan.

Para desarrollar la habilidad de inferir sí que parece recomendable que el alumnado tenga la experiencia de que al comprender textos aportamos información a partir de nuestros conocimientos, es decir que le resulte familiar el concepto de inferencia, aunque decidamos no utilizar ese nombre.

Cuándo se utiliza

La construcción de inferencias se utiliza en todo tipo de textos, siendo más frecuente en los de tipo narrativo. Los textos especializados, que se dirigen a personas que supuestamente conocen el tema del que tratan, requieren de más inferencias, aunque no siempre podamos realizarlas si no disponemos de esos conocimientos.

Orientaciones didácticas

Al comenzar a trabajar la estrategia inferencial se hace percibir al alumnado cómo es habitual combinar nuestros conocimientos con la información que presentan los textos. Una actividad que puede ser útil para eso es «¿Y eso cómo lo sabes?».

¿Y eso cómo lo sabes?

Esta actividad parte de la lectura de un texto sencillo, por ejemplo:

Una gran piedra cayó desde la montaña al camino. Unas horas más tarde, pasó una mujer a caballo. Al ver la roca, hizo que el animal la saltara. Después pasaron dos soldados que rodearon la piedra y siguieron caminando. Llegó por el camino un hombre muy despistado y se tuvo que volver, con la nariz sangrando y maldiciendo a la roca. Cuando ya estaba oscureciendo llegaron unos comerciantes con un carro, pero el obstáculo no les dejaba pasar.

Comenzamos haciendo preguntas literales o de localización de información explícita en el texto, por ejemplo:

  • ¿Desde dónde cayó la piedra?
  • ¿Qué hicieron los dos soldados?
  • ¿Cómo era el hombre que llegó por el camino?

Tras cada una de ellas se alguien que la haya respondido correctamente a señalar la respuesta en el texto, subrayándola o resaltándola:

Una gran piedra cayó desde la montaña al camino. Unas horas más tarde, pasó una mujer a caballo. Al ver la roca, hizo que el animal la saltara. Después pasaron dos soldados que rodearon la piedra y siguieron caminando. Llegó por el camino un hombre muy despistado y se tuvo que volver, con la nariz sangrando y maldiciendo a la roca. Cuando ya estaba oscureciendo llegaron unos comerciantes con un carro, pero el obstáculo no les dejaba pasar.

Tras varias preguntas de ese tipo se realiza una pregunta inferencial sencilla, como

  • ¿Por qué le sangraba la nariz al hombre despistado?

Se invita a alguien que haya respondido correctamente que señale la respuesta, como en los casos anteriores. Cuando reconozca que no se puede hacer porque no aparece en el texto se le pregunta «¿entonces cómo sabes que esa es la respuesta?».

Tras escuchar las reflexiones de la clase sobre cómo saben que la respuesta es esa se indica que en este caso la respuesta no aparece en el texto. El texto nos da algunas informaciones importantes como que era una piedra muy grande, que el hombre era despistado, y que maldecía a la roca. Nosotros sabemos que es posible que alguien despistado se choque contra algo que tiene delante si no se lo espera, que una piedra muy grande puede llegar hasta la altura de la cara de un hombre y que insultar o maldecir a algo que nos ha hecho daño es una reacción humana frecuente.

En este caso se anima al alumnado a rodear la información del texto que nos ayuda a responder a la pregunta y a percibir que, al menos, hay dos tipos de preguntas:

  1. Preguntas que tienen su respuesta claramente en el texto.
  2. Preguntas en las que el texto nos da pistas para que averigüemos la respuesta.

Una gran piedra cayó desde la montaña  al camino. Unas horas más tarde, pasó una mujer a caballo. Al ver la roca, hizo que el animal la saltara. Después pasaron dos soldados que rodearon la piedra y siguieron caminando . Llegó por el camino un  hombre muy despistado  y se tuvo que volver, con la nariz sangrando y  maldiciendo a la roca . Cuando ya estaba oscureciendo llegaron unos comerciantes con un carro, pero el obstáculo no les dejaba pasar.

Asociaciones

En los ejercicios de asociaciones hacemos una lluvia de ideas con todo lo que se nos ocurra que podemos decir acerca de un texto breve y que sea compatible con el significado del texto. Por ejemplo, en:

Luis y Miguel se enfadaron cuando una ola destruyó el castillo.

Podríamos aportar información extra como:

  • Luis y Miguel están en la playa.
  • El castillo era de arena.
  • Está subiendo la marea.
  • Luis y Miguel han construido el castillo.

En el trabajo con inferencias conviene tener presente que en la mayoría de ellas no podemos determinar si son ciertas o son falsas, sino si son más o menos probables. Luis y Miguel podrían ser un noble y un maestro de obras que han edificado una fortificación junto al mar y esta ha sido arrasada por un tsunami. Sin embargo casi todos reconoceremos que es más probable que el autor se refiera a dos niños que han construido un castillo de arena. Si no es así, nos aclararía mejor cuál es la situación, a no ser que tenga un buen motivo para no hacerlo (quiere llamar nuestra atención desconfirmando nuestras hipótesis o se trata de un cronista medieval).

Si no surgen espontáneamente asociaciones válidas se pueden suscitar mediante preguntas bien dirigidas. Por ejemplo:

Al terminar la canción apagó las siete velas de un soplido pero se olvidó de lo más importante.

 Podríamos hacer preguntas como

  • ¿Por qué está apagando velas?
  • ¿Dónde están colocadas las velas?
  • ¿A qué canción se refiere?
  • ¿Quién la ha cantado?
  • ¿Cuántos años cumple el protagonista?
  • ¿Qué más se hace cuando soplas las velas de tu tarta de cumpleaños?

Relaciones pregunta-respuesta (RPR)

Algunos autores lo consideran como una estrategia para aplicar tras la lectura del texto. Básicamente consiste en que, antes de responder a preguntas sobre el texto leído, reflexionamos acerca de qué tipo de preguntas se trata. Esto tiene mucha relación con «¿y eso cómo lo sabes?».

Con el alumnado de menor edad se distinguen dos tipos de preguntas:

  1. Transparentes (la respuesta se puede subrayar en el texto).
  2. De detective (podemos señalar algunas palabras clave que nos dan información sobre cuál puede ser la respuesta).


Infografía preguntas literales, inferenciales y de opinión

Elaboración propia. Licencia Creative Commons  BY-SA 4.0.

Descripción textual de la Infografía Nueva ventana

Sin embargo, el procedimiento original era más complejo, distinguiendo cuatro tipos de preguntas. Las preguntas de tipo literal se dividen en dos tipos. Uno se corresponde con las preguntas de detective, en las que la respuesta está explícita en el texto. El otro se refiere a preguntas en las que el texto nos aporta la información necesaria, pero es preciso hacer algún tipo de operación (comparar, ordenar…) para tener la respuesta. Por ejemplo, en el texto de la roca podríamos preguntar:

  • Si ordenamos a la gente que encontró la roca en el camino, ¿en qué puesto ponemos al hombre despistado?

El texto no nos indica la respuesta, pero sabemos que primero pasó la mujer a caballo, después dos soldados y a continuación el hombre despistado. Por tanto, contando (operación) podemos saber que fue el cuarto en llegar a la roca.

Para enseñar RPR comenzamos por poner de manifiesto que existen distintos tipos de preguntas, enseñamos sus características y aportamos ejemplos. Posteriormente tratamos de clasificar las preguntas que acompañan a los textos que trabajamos según su tipo.

Una vez consolidado eso, se leen los textos, se indica de qué tipo es cada una de las preguntas que los acompañan y se responden. En la corrección se valoran ambas cosas: haber identificado el tipo de pregunta y haber respondido correctamente. Aquí podemos ver un ejemplo del trabajo que se podría realizar en esa fase.


―¡Que extraño! ―dijo la muchacha avanzando cautelosamente―. ¡Qué puerta más pesada!

La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.

―¡Dios mío! ―dijo el hombre―. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!

―A los dos no. A uno solo ―dijo la muchacha.

Pasó a través de la puerta y desapareció.

I. A. Ireland

1 ¿Qué es realmente la muchacha de la historia?

▢ BUSCAR EN EL TEXTO

▢ BUSCAR Y RELACIONAR EN EL TEXTO

▢ RELACIONAR EL TEXTO Y LO QUE SÉ

▢ LO QUE SÉ

Respuesta: _____________________________________________________

2 ¿Por qué la muchacha dice que solo han encerrado a uno?

▢ BUSCAR EN EL TEXTO

▢ BUSCAR Y RELACIONAR EN EL TEXTO

▢ RELACIONAR EL TEXTO Y LO QUE SÉ

▢ LO QUE SÉ

Respuesta: _____________________________________________________

3 ¿Qué que va a hacer el hombre ahora?

▢ BUSCAR EN EL TEXTO

▢ BUSCAR Y RELACIONAR EN EL TEXTO

▢ RELACIONAR EL TEXTO Y LO QUE SÉ

▢ LO QUE SÉ

Respuesta: _____________________________________________________

4. ¿Hay otra salida en ese lugar? Explica tu respuesta.

▢ BUSCAR EN EL TEXTO

▢ BUSCAR Y RELACIONAR EN EL TEXTO

▢ RELACIONAR EL TEXTO Y LO QUE SÉ

▢ LO QUE SÉ

Respuesta: _____________________________________________________

5 ¿Cómo te has sentido al leer este texto?

▢ BUSCAR EN EL TEXTO

▢ BUSCAR Y RELACIONAR EN EL TEXTO

▢ RELACIONAR EL TEXTO Y LO QUE SÉ

▢ LO QUE SÉ

Respuesta: _____________________________________________________

En este ejemplo la pregunta 1 es de relacionar el texto y lo que sé ya que necesitamos recurrir a nuestros conocimientos sobre seres con apariencia humana y capaces de atravesar puertas, incluso a nuestros conocimientos sobre géneros que narran historias sobre estas criaturas inexistentes. También la pregunta 3 es de ese tipo. No tiene una respuesta clara. Lo que podemos hacer es combinar la información del texto (está encerrado solo en un lugar con una puerta muy pesada) con nuestras experiencias o conocimientos sobre qué se puede hacer en esas situaciones. Habrá quien responda que gritará, que aporreará la puerta, que buscará minuciosamente una forma de salir. Incluso puede haber quien piense usará su teléfono para pedir ayuda: hay que tener conocimiento de la época en que se publicó este minirelato para no caer en ese error.

La pregunta 2 es de buscar y relacionar en el texto: puesto que la muchacha desaparece el único personaje que queda en el lugar es el hombre. También podríamos considerar de este tipo la pregunta 5: si no poder abrir la puerta hace que estén encerrados, eso implica que no conocen otra salida.

Finalmente, la pregunta 5 es sobre lo que sé. Las sensaciones o las opiniones son algo personal. Puede haber lectores/as a los que el texto le resulte inquietante, entretenido, confuso, divertido, sorprendente, etc.

Otros recursos

En realidad, la actividad que más parece favorecer la habilidad inferencial es responder preguntas inferenciales cuando se trabajan los textos. No obstante, desde un punto de vista estratégico, deseamos que el alumnado realice inferencias de forma autónoma al leer, sin necesidad de que los textos estén acompañados de actividades previamente preparadas.

Las estrategias de autopreguntas y autoexplicaciones suscitan una forma de leer en la que se tiende a generar inferencias. La estrategia de hacer predicciones es, en realidad una parte de la estrategia de realizar inferencias. Al existir distintos tipos de inferencias puede servir de ayuda el tener algún recordatorio, como este:

Completar textos de los que se han omitido partes puede ser una actividad de tipo inferencial. En este caso suele ser recomendable que las omisiones sean de segmentos mayores que una palabra, como una oración o un párrafo.


infografía inferencias


Elaboración propia con Canva. Iconos de Flat Icons en flaticon.com.Licencia Creative Commons  BY-SA 4.0.

Descripción textual de la Infografía Nueva ventana

Un campesino tuvo que viajar a la capital para realizar una importante gestión. Sabiendo que allí vivía el famoso mulá Nasrudín y deseando conocerle pasó por su casa. El campesino llevó como obsequio un pato. El mulá, muy agradecido, invitó al hombre a dormir en su casa y cenaron una deliciosa sopa preparada con el pato.

El campesino volvió a su pueblo muy contento por haber podido compartir unas horas con alguien tan famoso e importante y contó con orgullo a todo el mundo lo que había hecho.

Días más tarde, los hijos de aquel hombre viajaron a la ciudad a recoger unos documentos para su padre y se acercaron a saludar a Nasrudín. Se presentaron diciendo:

– Mulá, somos los hijos del hombre que hace tres días te regaló un pato. El bondadoso Nasrudín los recibió y cenaron sopa de pato.

Al mes siguiente llamaron a la puerta de Nasrudín:

– Somos los vecinos del hombre que hace un mes te regaló un pato.

El mulá comenzó a lamentar haber aceptado el regalo, pero puso buena cara e invitó a cenar a aquella gente.

Al día siguiente una familia completa se presentó ante la casa de Nasrudín:

– Somos parientes de los vecinos del hombre que te regaló un pato.

El mulá fingió estar muy alegre y les hizo pasar al comedor. Al cabo de un rato apareció con una sopera humeante y sirvió a sus invitados.

__________________________________________________________________

__________________________________________________________________

__________________________________________________________________

– Efectivamente, así es como corresponde a los parientes de los vecinos del hombre que me regaló el pato.


Por ejemplo, en este texto, el alumnado tendría que reconstruir la parte que falta, indicando que Nasrudín les sirvió agua caliente o algo muy insípido y los comensales se extrañaron de ello.

El rastreo de referencias consiste en asignar un color o señal a cada elemento del texto (personaje, objeto, lugar) que aparezca en distintas ocasiones y señalarlo con ese color cada vez que aparezca. De esta forma se están realizando inferencias referenciales.

Las paradojas de Zenón son una colección de problemas filosóficos que se atribuyen a Zenón de Elea (c. 490.430 a. C.) para respaldar la doctrina de Parménides, en particular la idea de que el movimiento es solo una ilusión de los sentidos.

Entre ese conjunto resulta muy famosa la paradoja de Aquiles  y la  tortuga. En ella Aquiles  y  una tortuga disputan una carrera. Como el animal  es más lento,  el héroe griego  le concede una ventaja de 100 metros. Suponiendo que   comiencen  a correr a una velocidad constante, Aquiles avanzará 100 metros, alcanzando el punto de partida de  la tortuga . Pero durante ese tiempo el reptil ha avanzado  una distancia más corta, por  ejemplo  de 10 metros.  Aquiles  tardará un poco más de tiempo en recorrer  esa distancia, pero en ese intervalo   la tortuga habrá avanzado un poco más y así sucesivamente. Cada vez que  Aquiles  llega al lugar donde ha estado  la tortuga, esta  ha avanzado un poco más.